Miguel Díaz-Canel llegó este miércoles al municipio de San Antonio del Sur, en Guantánamo, una de las áreas más impactadas por el paso del huracán Oscar.
El huracán tocó tierra en el oriente de Cuba el domingo, causando inundaciones masivas, comunidades incomunicadas, personas desaparecidas y siete fallecidos confirmados hasta el momento.
Tres días después del desastre, Díaz-Canel aseguró a la población guantanamera que «ningún cubano ha sido abandonado» en esta crisis. «Toda Cuba está en función de ustedes. (…) Tengan la certeza de que no están solos, ni abandonados», afirmó.
Oscar llegó a la región oriental en medio de un apagón general en el país, lo que dificultó que la población estuviera informada sobre la magnitud de la tormenta. Muchas familias en zonas rurales no pudieron evacuar a tiempo y han perdido todo: animales, cosechas y propiedades, e incluso algunos han perdido la vida.
Según cifras oficiales, solo 15,000 personas fueron evacuadas en Guantánamo: 9,000 en Imías y 6,000 en San Antonio del Sur. La situación es crítica en esta de las regiones más empobrecidas de Cuba, agravada por la falta de combustibles para cocinar los pocos alimentos disponibles.
A medida que pasan los días, crece el riesgo de epidemias si no se logra hervir el agua para beber y limpiar las áreas devastadas, que quedan llenas de escombros y basura.
Díaz-Canel visitó San Antonio del Sur acompañado del primer ministro Manuel Marrero, del secretario del PCC provincial, Yoel Pérez García, y de numerosos oficiales de las Fuerzas Armadas.
Las imágenes que circulan en redes sociales reflejan la desolación en estas localidades, con hogares inundados y alimentos en estado de descomposición, mientras muchas familias luchan por recuperar lo poco que les queda.
«El pequeño ciclón Oscar» ha demostrado ser un fenómeno devastador en la región oriental de Cuba, y la magnitud total de los daños aún no es clara, dado que el gobierno no proporciona suficiente información oficial.