En medio de la devastadora crisis energética que atraviesa Cuba, cada vez son más los cubanos que alzan su voz para criticar las decisiones del gobierno. Uno de ellos es Luis Ernesto Martínez González, un residente de Matanzas, que aprovechó las redes sociales para expresar su indignación por el estado de las tiendas en MLC. Estas tiendas, que se han convertido en la principal opción para adquirir productos en el país, no pueden operar sin electricidad, dejando a los ciudadanos sin acceso incluso a los bienes más básicos. “Sin electricidad no se puede comprar ni una lata de sardina. ¡Un logro del MLC!”, escribió Martínez en su cuenta de Facebook, reflejando el malestar generalizado.
El colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ha dejado a millones de cubanos sin electricidad durante días, y con ello, muchos han perdido los pocos alimentos perecederos que lograban conservar en sus refrigeradores. La falta de energía no solo afecta la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también impide que puedan comprar productos esenciales, especialmente en las tiendas que operan en MLC. Para muchos, estas tiendas se han convertido en un símbolo del fracaso del gobierno, ya que han excluido a una gran parte de la población que no tiene acceso a divisas extranjeras.
El impacto de la crisis ha sido devastador. En un contexto donde los precios de los alimentos son exorbitantes y las opciones de compra son limitadas, la imposibilidad de acceder a las tiendas en MLC durante los apagones genera una frustración profunda entre los cubanos. Los pocos productos que pueden comprarse en estas tiendas, como alimentos enlatados, se vuelven inaccesibles sin electricidad, exacerbando aún más la angustia de la población. Para aquellos que no pueden permitirse comprar en estas tiendas, la situación es aún peor, ya que las MIPYMEs y otros pequeños negocios también han sido golpeados duramente por el colapso energético.
En un intento por aliviar la situación, algunas tiendas del gobierno cubano han comenzado a aceptar divisas en efectivo además del MLC, aunque esta medida no se ha implementado completamente en todo el país. Sin embargo, la realidad sigue siendo la misma para la mayoría de los cubanos: si no hay electricidad, no hay manera de comprar productos básicos, lo que agrava una crisis ya de por sí insoportable.
El gobierno cubano ha asegurado que en los próximos meses más establecimientos aceptarán moneda extranjera en efectivo, pero para muchos, esta solución llega tarde y se siente insuficiente. A pesar de los esfuerzos anunciados por el Ministerio de Energía y Minas para restablecer el servicio eléctrico en todo el país, la desconfianza y el cansancio entre la población crecen. Según el parte oficial más reciente, al amanecer del martes, el 70,89 % de los cubanos ya contaba con electricidad, aunque aún queda un largo camino por recorrer para normalizar la situación.
Mientras el gobierno promete ampliar la cobertura eléctrica y fortalecer los sistemas energéticos del país, los cubanos siguen enfrentando una realidad cada vez más sombría. Sin electricidad, sin acceso a alimentos básicos y con una economía en colapso, la crisis parece estar lejos de resolverse, y las críticas al gobierno no dejan de crecer.
