El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que está monitoreando de cerca el colapso eléctrico que ha afectado a Cuba en los últimos días y no descarta ofrecer ayuda a la isla, aunque aclaró que el régimen cubano no ha solicitado asistencia.
«Nos preocupa el posible impacto humanitario sobre el pueblo cubano. Las condiciones económicas en Cuba, resultado de una prolongada mala gestión de sus políticas y recursos, han incrementado las dificultades de la población», declaró Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, en una conferencia de prensa, según informa la agencia EFE.
La Administración Biden-Harris, según Jean-Pierre, está «monitorizando de cerca» la crisis energética en la isla. En contraste con las afirmaciones de las autoridades cubanas, la portavoz subrayó que Estados Unidos «no es responsable» de los apagones ni de la situación energética en Cuba.
Jean-Pierre también destacó que el gobierno cubano «no ha solicitado ninguna ayuda hasta el momento». Sin embargo, si lo hiciera, no se descarta que se evalúen los «siguientes pasos más adecuados» para proporcionar asistencia.
El pasado viernes, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel volvió a culpar a Estados Unidos por el colapso del sistema eléctrico en la isla, que culminó en un apagón general. Según Díaz-Canel, esta situación es una “demostración más de todos los problemas que nos causa el bloqueo”, reiterando así su crítica a la política estadounidense hacia Cuba.
La precariedad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), junto a la escasez de combustible y la falta de divisas para importarlo, han afectado negativamente la generación eléctrica en la isla. Aunque los apagones han sido parte de la realidad cubana durante años, su intensificación ha alterado la vida cotidiana y exacerbado el malestar social.
Este lunes, la ONG Justicia 11J reportó al menos 28 protestas menores en los últimos tres días en siete provincias de Cuba, con la mayoría de estas concentradas en La Habana.