La Empresa Eléctrica de La Habana anunció en la mañana de este lunes que aproximadamente la mitad de los clientes de la capital ya tiene acceso al servicio eléctrico, tras el apagón masivo que comenzó el viernes al mediodía. Esta situación ha mantenido a la Unión Eléctrica y a la población en un estado de ansiedad.
Actualmente, 172 circuitos están funcionando, lo que equivale a 317 MW, y representa alrededor del 50% de los usuarios con servicio. La empresa indicó: “Se trabaja para lograr que más clientes tengan servicio eléctrico, dependiendo de las capacidades de generación”. Además, hicieron un llamado a la población: “Pedimos a la población que tenga confianza en nuestras tropas; no descansaremos hasta que el 100% de los habaneros tenga servicio eléctrico”.
En una publicación posterior, la entidad expresó que es consciente de “la complejidad de la situación”. Afirmaron: “Cuando pedimos confianza a la población habanera es porque nuestra gente no descansa para lograr que usted tenga servicio eléctrico”.
El restablecimiento total del suministro para los consumidores que aún no lo tienen dependerá de la capacidad de generación del sistema. La empresa reafirmó el compromiso de “las máximas autoridades del país” y del personal eléctrico para restablecer la normalidad lo más pronto posible.
Previamente, se informó que, tras la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional el domingo por la tarde, la Unión Eléctrica (UNE) implementará una estrategia para dividir el suministro eléctrico en varios sistemas independientes por regiones. Esta medida busca garantizar la estabilidad del sistema en caso de futuros fallos.
Para las provincias occidentales, incluida La Habana, la electricidad se proporcionará principalmente desde la termoeléctrica de Mariel, complementada por otros grupos de generación. En Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, la central termoeléctrica de Guiteras será la fuente principal, apoyada por generación distribuida.
Las provincias del centro recibirán electricidad de Nuevitas y otras fuentes distribuidas, mientras que en la región oriental, dependerán de la termoeléctrica Renté y otros emplazamientos en la bahía de Santiago de Cuba. Se espera que la planta de Felton se integre pronto para reforzar el suministro en esa área.
Esta división del sistema eléctrico busca mitigar los efectos de futuros fallos y aumentar la estabilidad energética en medio de una crisis que afecta a toda la isla. Desde el pasado viernes, los cubanos enfrentan un apagón general que ha paralizado el país.
A pesar de las promesas del régimen para solucionar la crisis, la situación ha empeorado. Los llamados “disparos” han generado más tensiones en el SEN, que sigue enfrentando colapsos totales o parciales, dejando a miles de cubanos sin electricidad.
El sábado por la mañana, durante el proceso de recuperación del SEN, el sistema volvió a fallar. La electricidad que había llegado a algunos usuarios desapareció nuevamente, junto con la esperanza de superar esta crisis.
Ese mismo día, la provincia de Matanzas experimentó un apagón general tras un “disparo” en el arranque del microsistema eléctrico. También se reportaron averías significativas en la Unidad 3 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos y en el bloque de generación No. 3 de la CTE Antonio Maceo en Santiago de Cuba. Esta última falla dejó a las provincias de Santiago y Guantánamo sin servicio eléctrico, intensificando aún más la crisis.