Han sido 72 horas angustiantes… no hay otra palabra que lo describa que un verdadero suplicio, una pesadilla despierto. Y no, no pidan más paciencia desde sus casas con plantas eléctricas que funcionan las 24 horas, no amenacen más a un pueblo que lo único que quiere es una vida digna, que pide alimentar a sus hijos, que sus viejos tengan los últimos años de su vida con la paz que no les ha dado los más de 60 años de revolución que han sufrido.
Cuba es un país que no aguanta más… estamos cansados de mentiras, de promesas, de creatividad, de inventos, de subsistir más que vivir.
No creemos más en los dirigentes, en los que salen en la televisión a pedir calma y confianza… no hay posibilidad alguna de que la merezcan, no mientras el pueblo sufre y los hoteles siguen construyéndose uno tras otro. NO HAY MÁS SALIDA QUE PONERLE FIN AL SISTEMA QUE LOS OPRIME Y LOS DESTRUYE A COSTA DE LLENARSE SUS BOLSILLOS Y VIVIR MEJOR ELLOS CADA DÍA.
Miles de familias han perdido la comida que tanto esfuerzo les costo comprar; miles de hogares han cuidado a sus enfermos a la luz de las velas o mechones; miles de niños han tenido que dormir en portales mientras eran acribillados por las picadas de mosquitos; miles de ancianos han tenido que pedir a un vecino que los ayude aunque sea con un vaso de agua pues los pomos de su casa se fueron quedando vacíos; miles de madres tuvieron que calmar a sus hijos mientras lloraban porque no tenían ni un pan para llevar a sus bocas; millones de hogares, de cubanos, de gente de a pie como tú y como yo, han tenido que aguantar las lágrimas en estos días, la desesperación, y se han sumido en la impotencia porque los que nos dirigen nunca han sabido hacerlo y todavía se aparece un imbécil como Miguel Díaz-Canel frente a la televisión nacional, vestido de militar, para amenazar a un pueblo que ahora mismo lo único que clama es por su libertad.
Mientras el pueblo sufre, los dirigentes de este país comen todos los días, como mismo lo hacen sus familiares, como mismo lo hacen sus buenos amigos… a sus casas siguen llegando los carros de protocolo y atención personal cargados de comida, con todo lo necesario para que sus vidas sean placenteras.
Acaso no han pensando que con lo que han llenado de lujosos hoteles el país pudieron haber mejorado la red eléctrica nacional, uno de los principales sustentos de toda nación. Acaso no han tenido en cuenta que con lo que levantan un hotel como la Torre K del Vedado habanero pueden arreglar y construir hospitales, que ahora mismo se caen entre el abandono, la desidia y las plagas de insectos y cucarachas.
Acaso no han pensado que lo que siguen construyendo estos hoteles pueden brindarle una vivienda digna a miles de cubanos que aún viven en casas con pisos de tierra, arreglar escuelas donde los niños no tienen ni un pupitre donde escribir o se ahogan de calor porque no existe un ventilador en sus aulas, brindarle comida a miles de ancianos de deambulan por las calles sin un techo y que pasan días a veces sin probar alimentos calientes…
¡CUBA DUELE, NOS DUELE MUCHO NUESTRA NACIÓN! Y ES HORA DE PONERLE FIN A TANTA OPRESIÓN, A TANTA MENTIRA, A TANTAS ILUSIONES DESTRUIDAS, A TANTAS FAMILIAS SEPARADAS, A TANTOS SUEÑOS ROTOS, A TANTOS AÑOS DE PROMESAS FALSAS, A TANTOS EXPERIMENTOS QUE HAN HECHO CON UN PUEBLO QUE HA SERVIDO COMO CARNERO A SUS DESEOS DE COMUNISMO…
¡DIGAMOS BASTA! PORQUE ES HORA DE PEDIR POR NUESTRA LIBERTAD, PORQUE ES HORA DE PENSAR QUE NUESTROS HIJOS Y NIETOS NO MERECEN LEVANTARSE SIN TENER UN FUTURO EN SUS MANOS Y PENSANDO QUE SERÁ DE SUS VIDAS…