El corresponsal de CNN en Cuba, Patrick Oppmann, se ha visto atrapado en la misma situación que millones de cubanos: los masivos apagones que han afectado a la isla desde el viernes. En medio de sus reportes sobre la grave crisis energética, Oppmann no ha ocultado su frustración y ha compartido el sentir de muchos cubanos que le han confesado: “Quiero subirme a un avión”. Esta expresión de desesperanza refleja el agotamiento que siente la población ante la falta de soluciones reales por parte del gobierno cubano.
Desde el viernes, cuando se produjo el primer apagón generalizado, Oppmann ha estado informando desde las calles de La Habana, describiendo el panorama de una ciudad sumida en la oscuridad. Apenas un día después, el apagón volvió a repetirse, y aunque las autoridades habían advertido que la escasez de combustible provocaría más interrupciones, pocos esperaban la magnitud de la crisis que ahora enfrenta el país. El gobierno ha activado un plan de emergencia, pero la situación no parece mejorar.
Una crisis sin precedentes en Cuba
En sus recorridos por los barrios habaneros, Patrick Oppmann ha resaltado cómo la crisis energética ha empeorado en las últimas semanas, afectando a todos por igual, incluidos los periodistas extranjeros que residen en la isla. En sus reportes, el corresponsal señaló que los apagones no solo son más frecuentes, sino que ahora son más prolongados y afectan a un mayor número de personas. La falta de electricidad ha dejado a La Habana en un silencio inquietante, interrumpido solo por los pocos generadores que tienen los más privilegiados.
El gobierno cubano insiste en culpar a las sanciones impuestas por Estados Unidos como la causa principal de la crisis. Sin embargo, Oppmann subrayó que el deterioro de la infraestructura eléctrica y la falta de inversión durante décadas han sido factores determinantes en el colapso energético actual. A medida que pasan las horas, la incertidumbre crece entre los cubanos, quienes temen perder sus alimentos por la falta de refrigeración y se ven cada vez más afectados por la falta de electricidad.
“Quiero subirme a un avión”: la desesperación cubana
Oppmann también ha compartido las palabras de los cubanos que, como una mujer que entrevistó, sienten que la única salida es abandonar el país. “Quiero subirme a un avión”, expresó la mujer, en lo que se ha convertido en una frase representativa de la desesperación que vive la isla. Los apagones se han vuelto tan comunes en Cuba que muchos ya ni siquiera se inmutan cuando la luz se va, pero este corte en particular parece haber sido diferente. La magnitud del apagón, sumada a la creciente desesperanza, ha provocado un sentimiento de agotamiento entre los residentes.
La crisis energética cubana en los titulares mundiales
El apagón masivo que afectó a toda la isla no solo ha sido tema de conversación en Cuba, sino que ha acaparado la atención de los principales medios de prensa del mundo. Medios como The New York Times y la cadena CNN han reportado en tiempo real sobre el colapso de la red eléctrica cubana. Según los reportes, el apagón fue causado por un fallo en una de las principales plantas de energía del país, y aunque los funcionarios anunciaron que el servicio eléctrico comenzaba a restablecerse lentamente, otro apagón masivo golpeó la isla el sábado por la mañana.
La situación sigue siendo crítica, y la incertidumbre sobre el retorno de la electricidad aumenta con cada hora que pasa. Los cubanos, acostumbrados ya a las dificultades diarias, ahora enfrentan una crisis energética cada vez más profunda que parece no tener fin a la vista.