El exespía cubano Ramón Labañino Salazar, uno de los “cinco héroes” de la Red Avispa, ha reaparecido en el escenario internacional con un discurso que sigue la línea oficial del régimen cubano. Durante una conferencia en España, organizada por el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba (MESC), Labañino afirmó rotundamente que las Mipymes en Cuba (micro, pequeñas y medianas empresas) no son como las del resto del mundo, sino que tienen un propósito especial: fortalecer el socialismo. Estas declaraciones confirman la visión del gobierno cubano de que cualquier avance económico debe estar alineado con los ideales del sistema político.
El evento, celebrado el pasado 6 de octubre en Torremolinos, Málaga, bajo el título “Situación económica en Cuba. Perspectivas”, contó con la participación de simpatizantes del régimen. En este contexto, Labañino subrayó que las Mipymes en Cuba, a diferencia de las de otras economías, están diseñadas específicamente para apoyar a la empresa estatal socialista. Según él, su función no es simplemente generar beneficios, sino complementar y fortalecer la estructura estatal.
Las Mipymes y el socialismo: Un modelo único
Durante su intervención, Labañino insistió en que la creación de estas Mipymes no tiene como objetivo enriquecerse o competir en el mercado global como en otras partes del mundo. “Todas las empresas que se crean en el mundo se hacen para obtener utilidades, pero no en Cuba”, afirmó. En su lugar, las Mipymes cubanas están destinadas a ser parte del encadenamiento productivo que impulse la eficiencia de la empresa estatal socialista, un concepto que forma parte de la doctrina económica oficial del régimen.
Labañino, actual vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, también hizo referencia a las políticas impulsadas por figuras como el exministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, quien defendía la existencia de un único sistema empresarial socialista en el país. Estas ideas buscan mantener bajo control estatal los sectores clave de la economía cubana.
Críticas y preocupaciones del régimen
El régimen cubano ha mostrado inquietudes sobre el desarrollo de las Mipymes y sus posibles impactos en la economía y la sociedad. Aleida Guevara March, hija del Che Guevara, ha sido una de las voces más críticas. En varias ocasiones, ha expresado su preocupación sobre los riesgos que las Mipymes suponen para la seguridad nacional, llegando a pedir mayor vigilancia por parte de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), organizaciones vecinales encargadas de monitorear posibles “amenazas” al régimen. Según Guevara, las Mipymes podrían facilitar la entrada de bienes ilícitos al país, por lo que es necesario intensificar los controles.
¿Un sistema empresarial único en riesgo?
El auge de las Mipymes privadas ha generado un notable nerviosismo en las altas esferas del poder cubano. Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, pidió en septiembre pasado integrar a los trabajadores de estas empresas al Partido Comunista y a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), una medida que refleja el temor del régimen a perder el control ideológico de estos nuevos actores económicos. A su vez, el decreto 107, aprobado en agosto, estableció nuevas restricciones para las Mipymes y otras formas de gestión privada, limitando su acceso a 125 actividades económicas específicas.
El exministro Alejandro Gil Fernández, quien fue destituido en medio de un escándalo de corrupción, defendía que el único sistema económico viable en Cuba era el socialista. Según Gil, la empresa estatal debía ser el motor del crecimiento económico y las Mipymes simplemente debían complementarla, no competir con ella.
El discurso de Labañino en España es un recordatorio de la rígida postura del régimen cubano hacia las Mipymes. Mientras el resto del mundo ve en estas empresas una oportunidad de desarrollo económico y generación de empleo, en Cuba se ven como una herramienta más para mantener el control del sistema socialista. Las palabras del exespía reflejan una clara estrategia del gobierno cubano: cualquier intento de avance económico debe subordinarse al socialismo y, por tanto, al control estatal.
Con cada vez más críticas internas y externas hacia la manera en que el régimen maneja la economía, queda por ver si las Mipymes podrán realmente contribuir al desarrollo de Cuba o si seguirán siendo utilizadas como una extensión más del aparato estatal.