Idisleidys Sosa, una cubana residente en España, no pudo contener su indignación tras descubrir lo que le sucedió al paquete que envió a su familia en Cuba. La intención de Sosa era clara: hacerle llegar a su tío un teléfono celular y dos pares de espejuelos. Sin embargo, cuando su tío abrió el paquete, lo que encontró no fue lo que esperaba. Mientras los espejuelos estaban intactos, en lugar del celular había tornillos y calditos de pollo.
Una falta de respeto hacia los cubanos que dependen de envíos
La frustración de Sosa fue evidente al compartir su experiencia. Para ella, el hecho de confiar en una institución como Correos de Cuba y recibir algo tan absurdo en lugar de un costoso dispositivo es inaceptable. Lo calificó como una “falta de respeto” y apuntó directamente a la empresa estatal cubana como responsable de la manipulación y el saqueo de su paquete.
En un mensaje dirigido a CiberCuba Noticias, Sosa expresó su decepción con el servicio: “Es increíble que confíes en una institución para hacer llegar un paquete a tus familiares y termines recibiendo algo así”. Su experiencia pone en evidencia una problemática que afecta a muchos cubanos dentro y fuera de la isla.
El envío fue realizado desde España hasta Matanzas
El envío fue realizado desde Santa Cruz de Tenerife, donde Sosa reside, hacia la localidad de Perico, en Matanzas. La familia del destinatario presentó una queja en la oficina de Correos en Perico, pero debido a la falta de electricidad, la recepción del caso se hizo manualmente. Les pidieron volver al día siguiente para ver si podían ofrecer alguna solución.
El paquete había llegado a Cuba el 27 de septiembre, según el seguimiento online. Sin embargo, no fue hasta el 16 de octubre que la familia fue contactada para recogerlo en la oficina de Correos de Perico. Durante ese periodo, el paquete estuvo en manos de varias personas, pero cuando llegó a su destino final, el celular ya no estaba.
Descubren el robo al abrir el paquete medio abierto
La prima del destinatario fue la encargada de recoger el paquete y, al momento de recibirlo, la trabajadora de Correos notó que el paquete estaba medio abierto. Al abrirlo, se reveló el robo: el celular había sido reemplazado por tornillos y calditos de pollo. Un video compartido por la familia muestra la reacción de sorpresa e indignación. La hija del afectado exclamó: “Mira tía, le robaron el celular a mi papá”, mientras su padre se lamentaba al ver el contenido.
Una queja formal y una advertencia para Correos de Cuba
Sosa no dejó pasar el incidente y presentó una queja formal ante las autoridades competentes, exigiendo una respuesta de la empresa estatal. Su denuncia concluyó con una advertencia clara: «A ver si tienen el valor de dar la cara». Mientras tanto, su historia sigue resonando en las redes, reflejando la desconfianza creciente hacia los servicios de Correos de Cuba y las dificultades que enfrentan los cubanos para recibir con seguridad los envíos que tanto necesitan.