La situación con el azúcar en Cuba está que arde, y no precisamente por el dulce sabor. Mientras los cubanos ven cómo el precio de una libra de azúcar se dispara a unos absurdos 500 pesos, solo 15 centrales estarán operativas en la próxima zafra. ¿Qué significa esto? Que la crisis de la industria azucarera, que durante años fue el corazón de la economía cubana, sigue sin encontrar una solución, y las cosas no pintan bien para los próximos meses.
Valdés Mesa Pide Compromiso (Otra Vez)
En una reciente sesión plenaria en La Habana, Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, volvió a pedir a los trabajadores del sector azucarero que mantengan su compromiso con la Revolución. Según el diario oficialista Trabajadores, Valdés Mesa aseguró que la clase obrera no le fallará al país. Claro, lo que no mencionó es que, además del compromiso, el sector necesita una buena dosis de inversión. Porque pedir sacrificio sin ofrecer soluciones reales, ¿hasta cuándo?
Limitaciones Claras y Mucha Retórica
Después de insistir en el sacrificio de los trabajadores, Valdés Mesa no pudo evitar reconocer que las limitaciones del sector son más que evidentes. A falta de maquinaria en buen estado, combustible y condiciones favorables, el panorama es sombrío. Jorge Luis Tapia Fonseca, vicepresidente del Consejo de Ministros, también expresó su preocupación por el bajísimo rendimiento de casi la mitad de las unidades productivas del país. Según él, ya es hora de que el gobierno se ponga serio y realice una evaluación profunda del sector. ¿Y cuándo llegará esa “evaluación profunda”? Eso es lo que todos se preguntan.
Problemas de Siempre, Soluciones Pendientes
La crisis azucarera no es cosa nueva. Desde hace años, la industria ha estado tambaleándose por la falta de mantenimiento en la maquinaria, la escasez de combustible y hasta por el mal clima. Aunque el gobierno ha intentado renegociar deudas, aumentar los precios de la caña y mejorar las condiciones para los jubilados, esas medidas aún no han logrado sacar a la industria del hueco en el que se encuentra. Y claro, la paciencia del pueblo cubano se agota con cada nueva promesa incumplida.
El Azúcar: Mucho Más Que Economía
Valdés Mesa y otros líderes del Partido Comunista de Cuba han reconocido que la producción de caña no es solo un tema económico, sino también una parte fundamental de la identidad cubana. Pero, ¿cómo puede sobrevivir esa identidad si la industria sigue cayendo en picada? La última zafra, la de 2022-2023, fue la peor en más de un siglo. Solo se produjeron 350,000 toneladas de azúcar, una cifra que no se veía desde los tiempos de la Guerra de Independencia.
Una Industria en Retroceso
Para que te hagas una idea de lo mal que está la cosa, el gobierno había planeado producir 455,198 toneladas de azúcar, pero solo alcanzaron el 77% de esa meta. Cuba, que alguna vez fue uno de los mayores exportadores de azúcar del mundo, hoy en día no logra ni acercarse a esas cifras. Lo peor de todo es que quien paga los platos rotos es el pueblo. La escasez ha llevado el precio del azúcar a dispararse hasta los 500 pesos por libra. Y mientras los cubanos intentan estirar su salario para cubrir lo básico, el azúcar, un producto esencial en la dieta de todos, se ha convertido en un lujo inalcanzable.
