En medio de la grave crisis económica que enfrenta el pueblo cubano, Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, presidente y primer ministro de la isla, participaron en una marcha de apoyo a Palestina en La Habana, vistiendo tenis de marcas estadounidenses que superan los 100 dólares.
Este contraste entre el discurso oficial de condena hacia Estados Unidos y la elección de calzado de lujo ha provocado una ola de críticas en redes sociales. Muchos cuestionan la coherencia de los dirigentes en un país que constantemente denuncia el bloqueo como la principal causa de las penurias que sufre la población.
La marcha, convocada en solidaridad con Palestina, tuvo una escasa asistencia, reflejando el creciente desinterés hacia el gobierno comunista. La actividad comenzó en la Fragua Martiana y concluyó en la tribuna antiimperialista frente a la Embajada de Estados Unidos.
Sin embargo, el foco de atención no solo estuvo en el acto político, sino también en las zapatillas de los líderes: Díaz-Canel llevó unos Nikes, mientras que Marrero optó por unos Skechers, marcas inaccesibles para la mayoría de los cubanos.
Con jubilados ganando menos de cinco dólares al mes y muchos trabajadores sin superar los 15 dólares, la disparidad resultó evidente, evidenciando la doble moral del régimen.
La desconexión entre la clase dirigente y la realidad del pueblo generó una avalancha de comentarios sarcásticos en las redes. La pregunta recurrente es: ¿y el bloqueo? Parece que solo afecta al cubano de a pie. La situación refleja la lucha diaria por la supervivencia de millones en la isla, un contraste que no pasa desapercibido.