Nelson Gudín, conocido por sus divertidos personajes como «El Bacán de la Vida», ha dado un paso audaz en su carrera, alejándose de los escenarios para adentrarse en el mundo de la gastronomía. En una entrevista reciente, el humorista cubano confesó: «Siempre voy a ser artista, aunque trabaje en otras funciones. Ser artista es una condición, uno nace con eso». Su próximo gran proyecto es la inauguración de un restaurante de comida cubana en Hialeah, el cual abrirá sus puertas el 12 de este mes bajo el nombre El Callejón del Tarro.
Un restaurante que refleja la esencia de sus personajes
Durante una entrevista en plena Calle 8, Gudín habló de sus icónicos personajes: Flor de Anís, Urbinito, y el inolvidable Bacán de la Vida. Cuando le preguntaron cuál de ellos le había brindado más felicidad, explicó que todos forman parte de su identidad artística. A través de ellos, no solo hacía reír, sino que también reflejaba la realidad cubana, una realidad que vivió de cerca. Cada uno de estos personajes tenía una voz distinta, pero todos compartían el mismo objetivo: mostrar el lado más humano y cotidiano de Cuba.
Una pasión por las artes desde la niñez
Desde su infancia en Pilón, Granma, Nelson Gudín ya estaba inmerso en el mundo de las artes. Autodidacta por naturaleza, escribió y actuó en grupos de aficionados, lo que lo llevó a descubrir su amor por el teatro. A pesar de no tener una formación académica formal en artes, Gudín ha sabido desarrollar su carrera basándose en su talento innato. La literatura también ha sido una de sus pasiones, lo que complementa su trabajo en el humor y la actuación.
La censura en la televisión cubana y su transición a Miami
La carrera televisiva de Gudín comenzó en el año 2000, en programas como «Fin de Semana» y «Deja que yo te cuente», en la Televisión Cubana. Aunque su éxito en la pantalla fue evidente, trabajar bajo las restricciones del régimen comunista fue todo un desafío. La censura constante y la falta de recursos hacían que llevar a cabo proyectos críticos fuese casi imposible. Después de años de lidiar con estas dificultades, Gudín decidió dejar la televisión cubana y, eventualmente, también el país.
De los escenarios a la cocina: El Callejón del Tarro
Ya en Miami, Gudín continuó su carrera como humorista y escritor en diversos medios de comunicación. Sin embargo, ante la inestabilidad laboral de la industria del entretenimiento, decidió emprender en un campo completamente diferente: la gastronomía. Inspirado en las recetas familiares, Nelson abrirá El Callejón del Tarro, un restaurante que promete traer a Miami el auténtico sabor de la comida casera cubana. A pesar de no ser él quien cocine, las recetas provienen de su abuela, quien combinaba la tradición española con el toque guajiro.
¿Un cementerio para los artistas? Gudín lo niega
Cuando se le preguntó si consideraba que Miami es el «cementerio de los artistas cubanos», Gudín fue tajante: todo depende de las expectativas. Si bien algunos artistas pueden tener dificultades para encontrar trabajo, él ve a Miami como una tierra de oportunidades. Para él, ser artista es una vocación que trasciende el escenario, y aunque ha trabajado en diversas áreas fuera de su profesión, siempre se ha mantenido fiel a su esencia creativa.
Mirando hacia el futuro: el éxito del restaurante
Nelson Gudín está lleno de expectativas para su nuevo restaurante. Su deseo es que la gente sienta que está comiendo en una auténtica casa cubana, con platos tradicionales como el tasajo con boniato y el chilindrón. Con la apertura de El Callejón del Tarro, Gudín no solo espera conquistar los paladares de Miami, sino también mantener viva su conexión con la cultura cubana, mientras sigue persiguiendo sus sueños artísticos.
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