Bandas criminales y pandillas juveniles en Cuba: La verdad que el régimen mantiene en silencio a pesar de la ola de violencia que se vive en las calles

Redacción

Durante 2024, diversos reportes de la prensa independiente han documentado episodios de violencia perpetrados por grupos criminales en distintas regiones de Cuba. Aunque no hay información oficial que confirme la magnitud de estas organizaciones delictivas, las denuncias recientes han encendido alarmas entre la población.

Entre los incidentes reportados destacan asaltos a conductores en la autopista nacional de La Habana. Un usuario en Facebook alertó el 10 de septiembre: “¡Atención! Hermanos choferes, siguen los asaltos en la bajada del puente del primer anillo hacia las Ocho Vías. Ayer le sucedió a una amistad; se bajaron del carro y unos cuantos con machete hirieron al acompañante en la mano”.

El 4 de agosto, otro internauta advirtió sobre robos a mano armada en la carretera, describiendo cómo los delincuentes se suben a los camiones y abren los contenedores para robar mercancía. “A uno de nuestros camiones le sucedió hace una semana sobre las 12 de la noche”, comentó.

Según el autor de la publicación, policías del punto de control en Pedro Pi, San José de las Lajas, indicaron que el tramo hasta el kilómetro 50 de la carretera era el de “mayor peligro”. La sistematicidad de estos eventos sugiere que podrían no ser hechos aislados, aunque la falta de datos oficiales limita la confirmación de esta teoría.

Los delincuentes utilizan diversas tácticas, como colocar obstáculos en la vía para detener a los conductores. En una publicación, el taxista Pedro Domínguez mostró cómo en Holguín se emplean ramas de madera en la carretera para facilitar los asaltos.

El diario independiente 14ymedio también reportó en septiembre el asalto a Celeste, una cubana de 76 años, cerca del aeropuerto José Martí. Durante el ataque, los asaltantes le robaron sus pertenencias, incluido su pasaporte. Testimonios adicionales indican que otros cubanos han perdido documentación en incidentes similares.

Además de los asaltos en carretera, han surgido denuncias sobre bandas juveniles. En enero de 2024, las autoridades reconocieron la existencia de estas pandillas en Santiago de Cuba, donde jóvenes armados amenazan a los ciudadanos para robarles. Un video compartido en redes mostró a agentes del Ministerio del Interior afirmando que estos grupos buscan “sembrar el terror”.

En julio de 2023, se detuvo a al menos nueve personas en Sancti Spíritus, incluidos menores de edad, por formar parte de una banda que agredía a transeúntes. Aunque el fenómeno de la violencia no es nuevo en Cuba, el aumento en los reportes recientes sugiere una intensificación de estos delitos.

La socióloga María del Carmen Cordero, que participó en un estudio sobre pandillas en 2015, señaló que cada año surgen de 5 a 10 nuevas pandillas en La Habana, aunque tienden a desintegrarse rápidamente. Estas organizaciones pueden incluir ritos de iniciación y marcas de identidad, como tatuajes específicos.

Julio Antonio Fernández Estrada, Doctor en Ciencias Jurídicas, explicó que las bandas no deben confundirse con el crimen organizado, que tiene una vocación transnacional. Según el Código Penal cubano, la asociación para cometer delitos se sanciona con privación de libertad de uno a tres años, dependiendo de la naturaleza del crimen.

El contexto de violencia y la percepción de inseguridad en el país son preocupantes. Entre enero y junio de 2024, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC) registró 432 delitos en Cuba, incluyendo 91 asesinatos y 260 robos, lo que representa un promedio de 2.37 crímenes diarios. La situación plantea la pregunta: ¿es este aumento de la violencia una realidad o un espejismo alimentado por las redes sociales?