Régimen cubano anuncia el “cierre temporal” del mercado habanero de La Güinera por la “situación sanitaria” en la zona

Redacción

El Consejo de la Administración Municipal de Arroyo Naranjo ha informado este domingo sobre el cierre temporal del área de comercialización de La Güinera.

A través de su página de Facebook, el Gobierno de La Habana indicó que esta medida es “temporal” y se debe a “la situación higiénico-sanitaria que presenta la zona”.

Se ha decidido que “el cierre parcial del área” se llevará a cabo por un periodo máximo de 30 días a partir de hoy, 6 de octubre. Durante este tiempo, se realizarán “acciones mediante las diferentes entidades involucradas en la reparación de vertimientos, salideros y viales”.

El objetivo del cierre no solo es mejorar la higiene, sino también rehabilitar los viales de la zona y reorganizar las actividades del trabajo por cuenta propia. Además, se promete informar a la población sobre la próxima reapertura del mercado.

Aunque este cierre es temporal, se produce poco más de un mes después de que el gobierno de la capital decidiera clausurar el mercado mayorista China Import, el cual, según señalaron, no cumplía con las regulaciones para el trabajo privado.

El mercado, situado en Manglar entre Oquendo y Nuevo Pilar, en el Cerro, y cercano al conocido mercado de Cuatro Caminos, fue cerrado a finales de agosto, lo que provocó un gran revuelo en las redes sociales.

Recientemente, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) ha cerrado varios negocios que no cumplieron con las normativas sobre el uso de canales electrónicos para pagos. También se han revocado licencias y se han impuesto multas.

La Güinera, famosa por la masiva protesta que protagonizaron sus habitantes durante las históricas manifestaciones del 11J, es el barrio donde falleció Diubis Laurencio Tejeda, el único manifestante muerto en esos días, a manos de un policía que fue juzgado y absuelto.

Desde entonces, este barrio ha sido visitado por líderes cubanos, desde Miguel Díaz-Canel hasta el coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Gerardo Hernández Nordelo. Todos ellos buscan proyectar una imagen de cercanía con la comunidad y del “fervor revolucionario” de sus habitantes, una narrativa amplificada por la maquinaria propagandística del régimen.