Cuba enfrentó este sábado una de las jornadas más críticas de su crisis energética, registrando un déficit de generación eléctrica que alcanzó los 1,487 MW en pleno horario pico. Esta situación provocó interrupciones en el servicio que se extendieron por 24 horas, dejando a gran parte de la población sin electricidad durante la noche, según informó la Unión Eléctrica (UNE) en su página de Facebook.
Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la UNE, explicó en un comunicado televisivo que las causas de este colapso incluyen la salida de emergencia de la unidad 1 de la Central Termoeléctrica (CTE) Santa Cruz, problemas en la Planta de Energás Jaruco por las condiciones climáticas y limitaciones en la carga de la unidad 3 de la CTE Cienfuegos, entre otras.
Este domingo, a las 7:00 a.m., la capacidad disponible del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) era de solo 1,780 MW frente a una demanda de 2,500 MW, generando una afectación de 750 MW en las primeras horas del día. Se anticipa que el panorama se deteriorará durante el pico de la tarde, con un déficit proyectado que podría superar los 1,000 MW.
A pesar de los esfuerzos para restaurar algunas unidades, como la unidad 1 de la CTE Santa Cruz y la unidad 5 de Nuevitas, el SEN no podrá satisfacer la demanda estimada de 3,200 MW. Los apagones seguirán afectando a millones de cubanos.
Las averías en las unidades de las CTE de Mariel, Felton y Nuevitas, así como el mantenimiento en Santa Cruz y Renté, han llevado la red eléctrica a una situación crítica. Además, la falta de combustible ha inhabilitado 45 centrales de generación distribuida y ha reducido aún más la capacidad del sistema, dejando a Cuba en una vulnerabilidad extrema sin una solución a corto plazo para su creciente crisis energética.