La crisis de vivienda en Cuba ha llevado a la creación de asentamientos ilegales, conocidos como “llega y pon”, donde las personas construyen rápidamente viviendas improvisadas en terrenos ocupados ilegalmente. Uno de los más grandes, a las afueras de La Habana, es “La Favela”, un lugar al que el youtuber cubano JSant TV se adentró con un guía local y una cámara para mostrar la dura realidad de quienes allí sobreviven.
El fenómeno de los “llega y pon” se intensificó durante el Período Especial en los años 90, y con la crisis económica actual, estos asentamientos siguen creciendo, mientras las autoridades permanecen inactivas.
En el video, se observa cómo, en su mayoría provenientes de áreas rurales, las personas han construido pequeñas casas de madera sin acceso a servicios básicos como agua, electricidad o sistemas de alcantarillado. La falta de infraestructura expone a los residentes a riesgos significativos, especialmente durante fenómenos climáticos.
El recorrido por el barrio revela la escasez de agua potable y la precariedad del suministro eléctrico, que llega a través de soluciones improvisadas. A pesar de los intentos de las autoridades por desalojar a los habitantes, muchos han logrado quedarse en sus casas, aunque sin derechos legales sobre las propiedades. Algunas familias llevan más de seis años viviendo allí, enfrentando duras condiciones.
La ausencia de agua potable obliga a los residentes a transportarla desde largas distancias. El video destaca que los postes eléctricos son improvisaciones hechas con materiales de desecho y que muchas viviendas carecen de un suministro estable. Esta situación se agrava ante la constante amenaza de desastres naturales, que podrían hacer colapsar estas frágiles construcciones.
A pesar de las adversidades, los residentes han demostrado una notable resiliencia. Se organizan para resolver sus problemas cotidianos, colaborando entre ellos para sobrellevar la falta de servicios. Sin embargo, la falta de acceso a recursos básicos, como la libreta de abastecimiento, deja a las familias vulnerables frente a la inseguridad alimentaria.
JSant TV menciona que incluso algunos policías y militares de la zona oriental del país residen en estos asentamientos, lo que ha contribuido a que las autoridades sean más tolerantes con la situación.
La crisis de vivienda, que comenzó en la década de los 90, continúa sin resolverse, agravada por la falta de recursos y la corrupción que obstaculizan el desarrollo de proyectos de rehabilitación. Los intentos de mejorar la infraestructura básica han sido esporádicos y limitados, afectando especialmente a los barrios más vulnerables.