Alex Otaola, el siempre polémico y carismático presentador cubano, ha vuelto a ser noticia tras confirmar en su show el pasado lunes, 30 de septiembre de 2024, que ha adquirido una propiedad en Melbourne Beach. Esta nueva compra ha desatado una ola de reacciones en redes sociales, sobre todo entre sus detractores, a quienes el influencer no tardó en responder con su característico estilo directo y provocador.
Otaola, conocido por su Rancho Anticomunista en Homestead, compartió que se enamoró de la propiedad cuando la visitó a principios de septiembre. Durante esa visita, se hospedó en un Airbnb llamado Turtle’s Eggs, una experiencia que describió como tan increíble que lo llevó a tomar la decisión de comprar el lugar.
“He descubierto el mejor Airbnb en Melbourne Beach, esto merece otras vacaciones”, bromeó en una publicación el 1 de septiembre de 2024.
El anuncio de su compra se produjo en un momento en que dos nuevos críticos del movimiento “No más Otaola” lanzaron un rap dirigido al influencer. En la letra, repetían la cansada acusación de que Otaola se ha beneficiado económicamente del sufrimiento del pueblo cubano.
Sin embargo, lejos de achicarse, Alexander Otaola interrumpió la canción para confirmar con orgullo: “No solamente me compré el Rancho, me compré la casa en la playa de Melbourne. ¡Ya es un hecho!”.
Otaola explicó que, tras algunas negociaciones, logró adquirir la propiedad, la cual incluye tres apartamentos. Sin ocultar su satisfacción, lanzó un mensaje a sus críticos: “Ahora todos esos que me atacan por ser dueño de un Rancho, ahora deben sufrir mucho más porque soy dueño de mi propia playa”. Como era de esperar, un ejército de “ciberclarias” –como llama a sus detractores– invadió las redes sociales con críticas, especialmente en TikTok.
La página web de Turtle’s Eggs, la propiedad adquirida por Otaola, describe el lugar como un paraíso que invita a la relajación, ofreciendo impresionantes vistas al mar y un ambiente ideal para desconectar del estrés diario. “Ya sea que esté buscando una escapada romántica o un retiro familiar, cada detalle está diseñado para que su estadía sea inolvidable”, asegura la reseña.
Tras el anuncio, algunos de los detractores de Otaola comenzaron a especular que el dinero para la compra provenía de su fallida campaña por la alcaldía de Miami-Dade. Sin embargo, Otaola no dejó pasar la oportunidad de refutar estas acusaciones. Con su habitual sarcasmo, comentó que “todo lo que se recaudó en la campaña no pagaba ni el downpayment de esta propiedad”. Además, lanzó un segundo dardo hacia sus opositores políticos, la “obesocracia castrocanelista”, a quienes responsabiliza por los obstáculos que enfrentó en su carrera política. Su mensaje fue claro: “La mejor manera de aplastarlos es mostrar prosperidad”.
Una vez más, Alex Otaola demuestra que no solo es una figura influyente en la comunidad cubana, sino que también sabe cómo hacer que sus acciones generen ruido y despierten reacciones en todos los sectores. La compra de su propiedad en Melbourne Beach es solo un capítulo más en su controvertida pero fascinante trayectoria.
