Maritza Infante, cubana residente en Bolondrón, municipio Unión de Reyes en Matanzas, salió a las redes para desmentir su propia muerte. Todo comenzó cuando alguien, por motivos desconocidos, filtró información falsa sobre su fallecimiento y algunas fotos a la página de Facebook «La Tijera». Esta última no confirmó la noticia, pero se encargó de difundirla.
Cientos, incluso miles, de internautas respondieron al video de Maritza, en el que afirmaba estar más viva que nunca. “Quizás, como dice la canción, solo estaba de parranda”, comentó con humor.
El activista Niover Licea fue el primero en señalar la confusión. A través de su cuenta de Instagram, mencionó un comentario en Facebook de un amigo de Maritza, quien desmentía la noticia. Este amigo incluso había recibido una videollamada de un vecino de Maritza, quien le confirmó que estaba viva y bien.
El fenómeno de la desinformación se amplificó, como suele ocurrir en estos casos. Grupos afines al régimen se aprovecharon de la situación para criticar al periodismo independiente, acusándolo de propagar “fake news”.
La página «Las Armas de Deborah» se pronunció, afirmando que “el contenido estaba impregnado de malas intenciones y violencia, como una trama de película”. Sin embargo, no mencionó que medios estatales como el NTV de Cuba y otros a menudo hacen públicos datos sensibles, incluyendo información de menores, sin el consentimiento adecuado.
En un arrebato retórico, «Las Armas de Deborah» comentó que “ya no saben qué inventar para hacer creer que los asesinatos son comunes en Cuba”. Sin embargo, los datos sobre delitos en la isla, incluidos robos y homicidios, son evidentes y son ampliamente cubiertos por diversas páginas, como «La Fuerza del Pueblo», que diariamente publican sobre estos eventos.
Aunque «La Tijera» retiró su publicación original, otros usuarios que replicaron la noticia aún la mantienen activa. Entre ellos, el periodista Yosmany Mayeta Labrada, cuya información es considerada confiable por muchos, lo que incrementa la gravedad del error.
El hecho de que «La Tijera» haya divulgado información no verificada no es nuevo. Anteriormente, había informado sobre la llegada a EE. UU. de una supuesta fiscal del régimen en Holguín, quien luego tuvo que aclarar que no estaba involucrada en los hechos que se le atribuían.
La pregunta que surge es: ¿de dónde proviene esta información falsa? Algunos expertos, como las plataformas YoSíTeCreo en Cuba y el Observatorio de Género de Alas Tensas, sugieren que podría ser una táctica del régimen para desacreditar al periodismo independiente o, simplemente, una broma de mal gusto.
Este tipo de desinformación tiene repercusiones serias. Puede confundir a organismos y figuras que son clave en debates internacionales sobre derechos humanos y violencia de género, perjudicando la lucha por la justicia en Cuba. Activistas que han presionado al régimen a reconocer la existencia de feminicidios en la isla ven en este tipo de noticias un riesgo para su causa. Recordemos que Mariela Castro, en 2016, declaró que “en Cuba no hay feminicidios”, pero en 2022 pidió que se reconociera el delito.
Para Maritza Infante, deseamos que tenga mucha fortaleza y que su experiencia sirva como lección para todos los comunicadores y activistas en la lucha por la verdad.