En una reciente visita a la comunidad rural de Firmeza, en las montañas de Santiago de Cuba, el sacerdote Leandro NaunHung, acompañado por otros miembros de su iglesia, llevó un mensaje de fe, solidaridad y esperanza a los habitantes del lugar.
Durante la jornada, además de celebrar una misa y repartir donativos de alimentos y ropa, NaunHung cocinó con los lugareños recetas basadas en ingredientes poco comunes en la isla, como el nopal y la flor de plátano. Juntos, prepararon un gran almuerzo para todos los vecinos.
Mientras enseñaba a la comunidad a cocinar, el sacerdote bromeó: «¡Vegetarianos por prescripción médica!» Este comentario se produjo en un contexto donde se usaron fogones de leña, dado que la región enfrenta una severa escasez de recursos básicos como gas, electricidad y carbón.
Aunque el nopal es habitual en la gastronomía mexicana, en Cuba es prácticamente desconocido. Esta experiencia culinaria se convirtió en una valiosa lección sobre la diversificación de la dieta en tiempos de escasez. Sin embargo, el sacerdote destacó que la receta tiene un inconveniente: «Requiere de aceite comestible en abundancia», un producto que es difícil de conseguir en el país.
Esta actividad forma parte de los esfuerzos de NaunHung por ayudar a las comunidades rurales a enfrentar la crisis alimentaria que afecta a Cuba. No es la primera vez que el párroco comparte soluciones prácticas; recientemente enseñó a elaborar una versión criolla del «sampa», un alimento de larga duración hecho a base de granos y miel que puede conservarse en buen estado por más de diez años.
La sopa de flor de plátano con nopal se convirtió en un pretexto para celebrar el encuentro, fortaleciendo el espíritu comunitario y ofreciendo apoyo emocional en medio de las dificultades. El sacerdote ha demostrado un profundo compromiso con estas comunidades, utilizando sus redes sociales para difundir ideas creativas que buscan mejorar la calidad de vida de los pobladores.