El Taiger decepcionó a su público en su más reciente concierto en Varadero, Cuba. Aunque muchos esperaban disfrutar de una noche de música en vivo, se encontraron con algo muy distinto: playback. La grabación musical se escuchaba claramente de fondo, mientras el artista intentaba interactuar con los presentes, aunque sin mucho éxito. Este evento ha generado un gran malestar entre los fanáticos del reguetón y, en especial, entre aquellos que confiaban en la autenticidad del show.
El descontento no tardó en manifestarse. En redes sociales, los asistentes denunciaron lo que consideraron una falta de respeto. El reguetonero, cuyo nombre real es José Manuel Carvajal, no solo limitó su presencia en el escenario a apenas 40 minutos, sino que no interpretó sus canciones en vivo. En su lugar, recurrió al tan criticado playback, algo que, en un contexto como el cubano, donde la música en vivo es un lujo, fue visto como una traición a su público.
La crisis económica que afecta a Cuba hace que eventos de este tipo sean inusuales y caros, lo que aumentó la indignación de los presentes. El público esperaba más que una simple aparición en el escenario, y se sintió engañado por un espectáculo que no cumplió con las expectativas. En lugar de la experiencia única que esperaban, lo que recibieron fue una presentación en la que el artista apenas movía los labios al ritmo de la música pregrabada.
No pasó mucho tiempo antes de que los asistentes inundaran plataformas como TikTok con videos del concierto. En las grabaciones, se puede ver a El Taiger moviendo los labios sin siquiera sostener el micrófono en la posición correcta, lo que dejó aún más en claro el uso del playback. Uno de los comentarios más repetidos fue que el anfiteatro estaba a medio llenar, lo que sumó a la sensación de fracaso general del evento.
Los intentos del artista por interactuar con el público fueron escasos y poco genuinos. Frases como “mano arriba” o “¿qué dice, Varadero?” fueron de lo poco que ofreció a su audiencia, lo que terminó por desconectar aún más a los asistentes. Los abucheos y gritos de desaprobación no tardaron en hacerse notar, marcando momentos incómodos para El Taiger, quien parecía no tener idea de cómo manejar la situación.
El enojo no quedó solo en el recinto. En los comentarios de redes sociales, la frustración se desbordó. Muchos calificaron la actuación del cantante como una falta de respeto, argumentando que la gente había pagado por ver un espectáculo en vivo, no por escuchar una grabación. Incluso hubo quienes aprovecharon para recordar los problemas legales de El Taiger y su aparente apoyo al régimen cubano, lo que avivó más el debate sobre su compromiso con el público cubano.
Para algunos, lo que ocurrió en Varadero es una muestra clara del deterioro de la relación entre los artistas cubanos y su público. Mientras que unos se sienten traicionados por espectáculos de baja calidad, otros ven esto como una consecuencia de seguir apoyando a figuras que, según ellos, no tienen respeto ni por sus seguidores ni por su país.