El Parque Lenin, uno de los espacios recreativos más emblemáticos de La Habana, se encuentra en un estado alarmante de abandono. Sus áreas están invadidas por la maleza y muchas instalaciones han sido vandalizadas, convirtiéndose en refugio improvisado para personas en situación de calle.
Este extenso parque natural, que abarca 472 hectáreas y fue inaugurado en 1972, ha sufrido las consecuencias del descuido gubernamental, a pesar de que las opciones de recreación para los niños cubanos son escasas.
Imágenes recientes del canal de YouTube JSant TV muestran las atracciones del parque en ruinas, rodeadas de escombros y vegetación descontrolada. La famosa estrella, que alguna vez fue la más grande de la isla, está llena de vidrios rotos y cubierta por la naturaleza. Además, la montaña rusa y la zona de conciertos también están completamente deterioradas, con la tarima y sus camerinos destruidos.
La situación se ha vuelto tan crítica que el parque es utilizado inapropiadamente como lugar donde personas sin hogar realizan sus necesidades y encuentran refugio, lo que contribuye aún más a su deterioro. Un video en YouTube ilustra otras atracciones oxidadas y en estado de abandono.
En su apogeo, el Parque Lenin era considerado el corazón verde de la capital y un símbolo de la felicidad infantil en la década de 1980. Hoy, es un doloroso recordatorio del abandono institucional.
Inicialmente concebido como un oasis de diversión y cultura, el parque contaba con miles de árboles, restaurantes, cafeterías y diversas atracciones como paseos en pony y montañas rusas. Sin embargo, desde su reapertura en 2022, con solo unas pocas atracciones operativas, la situación ha empeorado drásticamente, con la mayoría cerradas en menos de un año.
Este deterioro es un reflejo de la crisis económica que vive Cuba, agravada por la escasez de combustible y los constantes apagones, lo que dificulta el mantenimiento de espacios recreativos seguros y adecuados para la infancia. El año pasado, una madre que llevó a sus hijos al parque un domingo se encontró con que estaba cerrado y lamentó la falta de opciones de diversión en el país.
La incapacidad del gobierno cubano para preservar un legado cultural como el Parque Lenin revela que no está entre sus prioridades el rescate de estos espacios que permitían a los más jóvenes conectarse con la naturaleza.
