El edificio Riomar, situado en la barriada habanera de Miramar, se alza como un símbolo del deterioro que enfrenta Cuba. Este antiguo inmueble de 11 plantas y 201 apartamentos, que alguna vez fue un espléndido ejemplo de arquitectura, ahora se encuentra en ruinas, habitado por familias que han hecho de sus espacios destrozados un hogar.
Recientemente, un video del canal de YouTube JSant TV mostró la realidad de varios residentes que, por diversas circunstancias, se encontraron sin hogar y han intentado adaptarse a la vida en el Riomar, algunos desde hace más de cinco años. El edificio, que ahora parece un set de película postapocalíptica, está adornado con grafitis y escombros, y conserva fotos familiares de quienes una vez vivieron allí.
Construido en 1957 por el arquitecto Cristóbal Martínez Márquez, el Riomar era un edificio elegante que contaba con vestíbulo, recepción, buzones, una pizarra telefónica, salones de fiestas, dos piscinas, seis ascensores y un área de parqueo para cada apartamento. Sin embargo, tras la aprobación de la Ley de Reforma Urbana en 1960, muchos propietarios abandonaron el país, dejando sus hogares atrás.
A diferencia de otros edificios, los apartamentos del Riomar no fueron asignados a ciudadanos cubanos, sino que se destinaron a albergar a «técnicos extranjeros» que llegaron a la isla durante décadas. En 2001, la empresa Cubalse intentó restaurar el edificio para su uso como oficinas, pero el proyecto no prosperó debido a la magnitud de la inversión requerida.
Así, el Riomar ha permanecido en un estado de abandono durante más de 20 años, convirtiéndose en un triste recordatorio de un pasado más próspero y una Cuba que sigue desmoronándose.
