Marino Luzardo, quien de niño soñó con ser médico, se ha convertido en un reconocido ingeniero en telecomunicaciones, locutor radial y presentador de televisión. A lo largo de sus 52 años, su vida ha estado marcada por una serie de saltos y éxitos.
Desde pequeño, su abuelo le predijo que sus caminos lo llevarían al arte. Sin embargo, su primer gran sueño fue la medicina, una carrera que decidió abandonar al darse cuenta de sus exigencias. Luego contempló la psicología, pero su promedio no fue suficiente para optar por esa carrera.
Fue entonces cuando un libro sobre ingeniería en telecomunicaciones capturó su atención, y se sintió atraído por la posibilidad de involucrarse en el mundo de la telefonía. A pesar de que, al poco tiempo, comprendió que no se veía jubilándose como ingeniero, decidió graduarse para ayudar a su familia.
El mayor patrimonio de Marino es su inteligencia y su don de la comunicación, que le han permitido ganarse el cariño de todo un país. Su carrera profesional comenzó en ETECSA, donde trabajó casi una década. En 2002, sintió que era momento de un cambio y se lanzó a la locución. Sus primeras apariciones fueron en Radio Metropolitana y, posteriormente, en Radio Reloj, donde comenzó su camino el 1 de enero de 2003.
En televisión, su trayectoria inició como sustituto, recomendando por Laritza Camacho, hasta que llegó a ser parte de “De tarde en casa”. Este programa lo catapultó a la fama, donde permaneció durante 12 años, primero con Miosotis Parapar y luego con Raquel Mayedo.
Durante casi una década, Luzardo equilibró su trabajo en “Mediodía en TV” y “De tarde en casa”, ambos en vivo. Sin embargo, la carga de trabajo se volvió abrumadora, especialmente al ver a los mismos invitados repitiendo sus intervenciones en ambos espacios. Para él, la preparación constante es la clave del éxito.
Desde 2017, Marino decidió enfocarse exclusivamente en “Mediodía”, un programa en horario estelar que le permite usar todos sus conocimientos como locutor. Ha compartido que al inicio, los televidentes fueron exigentes, pidiendo que fuera más divertido. Sin embargo, él sabía que no debía alejarse de su verdadera personalidad.
A veces, Luzardo se presenta en eventos como el Festival de Jazz y la Fiesta del Tambor, manteniendo un estilo más relajado que en televisión, pero siempre respetando las distancias y evitando bromas inapropiadas.
Como locutor y presentador, Marino Luzardo se destaca por su profesionalismo. Su dominio del espacio que ocupa, su cortesía al entrevistar y su capacidad para saber cuándo interrumpir hacen de él un comunicador excepcional, siempre priorizando a sus invitados.
