Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) informó a Univision Noticias que los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que ingresen al país bajo el programa de parole humanitario tendrán un plazo de solo dos años para regularizar su estatus migratorio. De no hacerlo, se enfrentarán a la deportación.
Según el artículo del periodista Jorge Cancino, “cualquier concesión discrecional de libertad condicional será por un período temporal de hasta dos años”. Aquellos que no obtengan asilo u otros beneficios migratorios deberán abandonar EE.UU. al finalizar su período autorizado de libertad condicional o enfrentar procedimientos de deportación.
Durante este plazo, los migrantes deberán aprovechar otros programas legales disponibles si desean permanecer en el país más allá de esos dos años. Las regulaciones del DHS establecen que aquellos que no logren obtener asilo o beneficios migratorios deberán abandonar EE.UU. al término de su autorización.
Contexto del Programa
Este programa, que se amplió en 2023 para incluir a los mencionados países, se implementó en octubre de 2022 bajo la administración de Joe Biden. Su objetivo es gestionar la creciente presión en la frontera entre EE.UU. y México, especialmente por parte de migrantes venezolanos que huyen de la crisis provocada por la dictadura de Nicolás Maduro.
La ampliación busca regular los flujos migratorios y garantizar una entrada más organizada. Para ser elegibles para el parole humanitario, los migrantes deben contar con un patrocinador económico en EE.UU. que cumpla con ciertos requisitos, así como pasar controles biométricos y biográficos para verificar su identidad y antecedentes.
Importante Aclaración
Es crucial destacar que este permiso no otorga residencia permanente ni constituye una vía directa hacia la ciudadanía estadounidense. Sin embargo, permite a los beneficiarios trabajar legalmente durante su estancia en el país.
El objetivo de estas medidas es ofrecer una alternativa temporal a aquellos que huyen de condiciones difíciles en sus países de origen, brindándoles la oportunidad de permanecer en EE.UU. mientras exploran opciones legales para establecerse de manera permanente. Aquellos que no logren cambiar su estatus migratorio dentro del plazo establecido enfrentarán el riesgo de deportación.
Con la reanudación del programa de parole humanitario, el gobierno de EE.UU. busca implementar nuevas medidas para evitar fraudes y abusos en el sistema migratorio. Este enfoque más riguroso pretende asegurar que quienes accedan al programa cumplan con todos los requisitos legales y de seguridad.
El parole humanitario representa una respuesta a las crisis migratorias en varios países de América Latina, y su éxito dependerá de la capacidad de los migrantes para cumplir con los plazos y requisitos establecidos por el DHS.
