Régimen cubano anuncia inspección nacional en las panaderías para asegurarse que estén cumpliendo con la nueva reducción en el tamaño del pan que venden por la libreta

Redacción

La semana pasada, el régimen cubano anunció una reducción en el tamaño del pan de la canasta básica, que ahora pesa 60 gramos. En respuesta, directivos del Ministerio de la Alimentación iniciaron inspecciones en las panaderías para asegurar el cumplimiento de esta nueva normativa.

El ministro de ese sector, Alberto López Díaz, comunicó en X que el objetivo principal de estas inspecciones es “detectar ilegalidades y evitar violaciones a lo estipulado, garantizando así la entrega de un producto de calidad a la población”. Sin embargo, en lugar de ser bien recibidas, sus declaraciones provocaron un aumento en las críticas hacia un producto que ya enfrenta numerosas quejas.

Un internauta comentó: “Tienen que poner cada día un inspector en cada puerta y cambiarlos rápido”, sugiriendo que incluso los inspectores pueden ser parte de la corrupción existente en Cuba. Otro usuario cuestionó irónicamente: “Albe, ¿y después de eso, todos los cubanos vamos a comer inspección? Gracias, Albe, por aportar tanto a esta Patria”.

Desde el anuncio de estas medidas, las alarmas han sonado entre los cubanos, quienes continúan en un período de crisis sin recibir buenas noticias del gobierno. Según las autoridades, la decisión de reducir el peso del pan de 80 a 60 gramos se basa en la necesidad de garantizar que la población pueda adquirir este alimento diariamente, evitando así las afectaciones que se presentaron meses atrás.

El periodista camagüeyano José Luis Tan Estrada reaccionó a esta medida en Facebook, comentando: “Comenzaron los panes de cumpleaños”. Su denuncia se centró en un incidente ocurrido en Guáimaro, donde se vendió pan de la canasta básica que pesaba solo 50 gramos, en lugar de los 60 gramos estipulados. Compartió dos imágenes que ilustran la situación: una mostrando un pan cuyo tamaño apenas supera el de una taza y otra indicando su peso, que era de tan solo 50 gramos.

En medio de esta crisis, son otros sectores de la sociedad los que intentan aliviar la difícil realidad de los cubanos. Un ejemplo de esto fue un cura católico que, durante una misa dominical en una zona rural de Santiago de Cuba, repartió pan entre los asistentes.