Este martes, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos detuvo a 43 migrantes cubanos que llegaron a las costas de los Cayos de Florida a bordo de una pequeña embarcación pesquera. El grupo desembarcó en la playa de Sombrero, en Marathon, una de las áreas más conocidas de los Cayos.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Andrew Scharnweber, compartió la noticia a través de sus redes sociales, indicando que los migrantes viajaban en un barco de pesca de madera registrado en La Habana. La imagen del barco, con el nombre “Habana” pintado en uno de sus costados, ilustra las duras y peligrosas travesías que enfrentan quienes abandonan Cuba en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos.
Este arribo se produce en un contexto de aumento en los encuentros y detenciones de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos. Datos recientes muestran que, en el año fiscal 2024, se han interceptado más de 208,000 cubanos, con 65,911 de ellos provenientes de travesías marítimas. Solo en agosto, se registraron 1,272 llegadas por mar. Aunque estas cifras no alcanzan el récord de 224,607 interceptaciones del año fiscal 2022, siguen siendo significativas, reflejando el riesgo y la desesperación de muchos cubanos.
Para quienes son detenidos tras llegar a tierra, las consecuencias son severas. Los migrantes que logran desembarcar en suelo estadounidense enfrentan una orden de deportación inmediata, excluyéndolos de posibles programas de parole o asilo.
La Patrulla Fronteriza, junto con otras agencias de respuesta, ha agradecido el apoyo recibido durante la operación de rescate y detención en Marathon. Las autoridades continúan advirtiendo sobre los peligros de estas travesías, que son extremadamente riesgosas y, a menudo, mortales.
Desde enero de 2024, los intentos de los balseros cubanos por llegar a Estados Unidos han persistido a pesar de las estrictas medidas de detención y deportación. En febrero, 24 cubanos llegaron a los Cayos de Florida; algunos solicitaron asilo, mientras que otros fueron detenidos. En marzo, otro grupo de 24 migrantes fue arrestado tras arribar en una embarcación casera, y ese mismo mes, 20 balseros más fueron detenidos y repatriados. En abril, 14 balseros llegaron a Tavernier y enfrentaron deportación, mientras que 52 migrantes fueron repatriados a Cuba.
Los intentos continuaron en los meses siguientes: en junio, una familia cubana denunció el robo de su embarcación por otros balseros que llegaron a Miami, y en julio, 33 cubanos fueron detenidos tras llegar a los Cayos de Florida. En agosto, un grupo de 23 migrantes, incluidos tres menores, fue arrestado tras desembarcar en un bote pesquero, reflejando la persistente crisis migratoria.
La crisis migratoria de cubanos hacia los Estados Unidos sigue siendo un tema preocupante tanto para las autoridades estadounidenses como para la comunidad cubana dentro y fuera de la isla.
