¡Escalofriante! Asesinato en Santiago de Cuba tras descubrir finca de marihuana

Redacción

El pequeño pueblo de Aguacate, en Palma Soriano, Santiago de Cuba, ha sido el escenario de un macabro asesinato que ha dejado a la comunidad en shock. Jorge Luis Heredia Cala, conocido por sus amigos como Jorgito, fue brutalmente asesinado el pasado 15 de marzo de 2024, apenas semanas antes de cumplir 51 años. Su crimen ha levantado muchas sospechas y ha destapado una realidad aún más oscura: el descubrimiento de una finca de marihuana que, según muchos, fue lo que desencadenó su trágico final.

La víctima fue atacada mientras atravesaba un callejón de su pueblo, Aguacate, el mismo lugar donde recientemente fue asesinada una joven madre de tres hijos. Yacel Segura, alias Tatico, confesó ser el autor del crimen, pero su historia ha dejado muchas dudas. Afirmó que lanzó una piedra para matar a una lechuza y accidentalmente golpeó a Jorgito en la cabeza, lo que le causó la muerte. Sin embargo, el informe forense reveló múltiples lesiones que contradicen esta versión, pero el Ministerio Fiscal decidió no investigar más allá.

La Verdad que No se Quiso Investigar

El caso de Jorgito ha generado indignación en su comunidad, especialmente cuando se conoció que Tatico solo cumplió cinco meses de prisión provisional antes de quedar en libertad. El Ministerio Fiscal aceptó la versión de que el incidente fue un accidente, pero las pruebas apuntan a una historia mucho más compleja. Fuentes cercanas al caso señalan que Jorgito sufrió varios golpes en la cabeza con un objeto preciso, lo que contradice la narrativa de un simple accidente con una piedra.

Unos días antes de su asesinato, Jorgito había descubierto una finca de marihuana oculta en medio del monte. Este hallazgo, que inicialmente no le dio mucha importancia, acabó costándole la vida. Testigos afirman que Jorgito confrontó a Tatico y le dijo: “Sé lo que tienen ustedes sembrado”, sugiriendo que estaba al tanto del cultivo ilegal y que incluso habría solicitado una compensación para no denunciarlo. Esta revelación parece haber sido el detonante de su asesinato.

Un Crimen que Dejó Más Preguntas que Respuestas

Lo más alarmante de este caso es la falta de justicia. A pesar de que Jorgito era amigo de toda la vida de Tatico, la sospecha de que no actuó solo es fuerte. Se dice que estuvo acompañado de otra persona conocida en el pueblo como “Hombre”, y aunque muchos habitantes lo saben, nadie se atreve a hablar. El ambiente en Aguacate es de temor y silencio.

El jefe de sector de Aguacate, Julián, fue informado del hallazgo de la finca de marihuana y, tras el asesinato de Jorgito, intentó desmantelarla, pero nunca recibió el apoyo necesario. Esta inacción ha levantado aún más sospechas de que hay fuerzas más poderosas detrás de la liberación de Tatico y la protección de los involucrados en el caso.

El Impacto en la Comunidad de Aguacate

La muerte de Jorgito no ha sido el único hecho trágico reciente en Aguacate. Hace apenas unos días, la comunidad quedó nuevamente conmocionada por el asesinato de Arianni Céspedes, una joven madre de tres hijos que fue apuñalada por su expareja. Este brutal crimen, sumado al de Jorgito, ha llevado a muchos vecinos a sentir que viven en un pueblo sin ley.

El temor se ha apoderado de la comunidad. En menos de un año, Aguacate ha sido testigo de tres asesinatos, lo que ha generado una creciente percepción de inseguridad entre sus habitantes. “Pueblo chiquito, infierno grande” es la frase que más se repite entre los vecinos, quienes sienten que nadie está dispuesto a hacer justicia y que el poder del dinero ha permitido que los culpables queden impunes.

Un País Marcado por la Violencia

La violencia no solo afecta a Aguacate. En Cuba, el cierre del verano ha estado marcado por un aumento alarmante de asesinatos. En agosto de 2024, se registraron al menos 22 crímenes en 11 provincias, incluyendo feminicidios y un crimen múltiple en Ciego de Ávila, según el informe mensual de Cubalex. Esta escalada de violencia ha dejado al país en un estado de conmoción y ha generado preguntas sobre el futuro de la seguridad en la isla.