Alto dirigente del régimen cubano ordena a los habitantes de Cienfuegos a chapear y limpiar las calles de su ciudad porque dice que le parecieron “sucias y enyerbadas” en su última visita

Redacción

El secretario de organización del Partido Comunista de Cuba (PCC), Roberto Tomás Morales Ojeda, ha ordenado a los residentes de Cienfuegos que se dediquen a chapear y a limpiar las calles de la ciudad, que apreció “sucia y enyerbada” en su última visita.

Morales Ojeda, quien presidió el Pleno del Comité Provincial del Partido junto al primer secretario del PCC y actual gobernante, Miguel Díaz-Canel, subrayó la necesidad de movilizar a la población para abordar los problemas que enfrenta el régimen. Un reporte de la oficialista PerlavisiónTV describió estos momentos como “dificultades evidentes” para el gobierno.

“En Cienfuegos hay que seguir insistiendo en la limpieza. Cienfuegos siempre se distinguió por su limpieza, su cultura del buen gusto y del detalle. Ahora mismo, veníamos del aeropuerto y la Avenida 5 de Septiembre, después del 5 de Septiembre, tiene áreas enyerbadas. Esto exige que movilicemos a las bases, chapear el jardín de los edificios, los CDR, la Federación, y los militantes que ahí viven”, señaló Morales Ojeda, reprendiéndo a las autoridades locales por la situación.

En línea con la estrategia del gobierno de Díaz-Canel, que busca encontrar soluciones locales a los problemas nacionales, Morales Ojeda llamó a abordar los problemas en la ciudad con medidas locales, trasladando la responsabilidad de la gestión de bienestar a las autoridades locales.

“Insisto, ya lo dije y lo reitero: debemos distinguir entre los problemas objetivos, como el combustible, y aquellos que podemos resolver a nivel local, versus los organizativos y de disciplina”, enfatizó Morales Ojeda.

Frente a la incapacidad de los dirigentes del PCC para resolver problemas derivados de más de sesenta años de políticas fallidas, se aferran a métodos tradicionales como la “movilización popular” y el trabajo voluntario. Estos enfoques buscan cubrir carencias en servicios públicos y otros sectores sin una fuerza laboral especializada y remunerada adecuadamente.

En un contexto donde las calles se llenan de basura y las áreas verdes se llenan de maleza, el régimen moviliza a la clase obrera para asumir tareas que el gobierno no puede cubrir eficientemente. Este enfoque se alinea con la visión comunista clásica del trabajo, donde el trabajo gratuito y voluntario se considera un deber hacia el bien común.

“El trabajo comunista, en el sentido más riguroso, es el trabajo gratuito en beneficio de la sociedad… es el trabajo voluntario, realizado sin expectativas de remuneración, por la necesidad de contribuir al bienestar común”, definió Vladimir Ilich Lenin.

Morales Ojeda, quien parece estar más familiarizado con los viejos manuales comunistas que Díaz-Canel, considera que es necesario recurrir a estos métodos para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Así, amonesta a los residentes de Cienfuegos, urgidos a recuperar su tradicional “cultura del buen gusto y del detalle”, y les ordena ponerse a trabajar con machetes y herramientas para que la ciudad luzca presentable para las próximas visitas gubernamentales.