En un movimiento sorprendente, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ha solicitado la creación de comités del Partido Comunista de Cuba (PCC) y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) dentro de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) privadas. Esta medida busca que los trabajadores del sector privado en Cuba se integren de manera más activa en las filas del único partido político reconocido en la isla.
Durante una reunión con comunistas en Sancti Spíritus, Díaz-Canel enfatizó la necesidad de una mayor vinculación política de los trabajadores de las Mipymes. Según informa el medio oficialista Cubadebate, el mandatario destacó: “Tenemos que ser capaces de crear en ellas también estructuras de base, tanto del Partido como de la UJC, con crecimientos adecuados y una mayor vinculación política de esos trabajadores”. Esto significa que el gobierno cubano busca llevar la política comunista a una de las formas de gestión no estatal que más ha crecido en los últimos años en el país.
Además, Díaz-Canel insistió en que es necesario que los comunistas de Sancti Spíritus aceleren este proceso para obtener resultados tangibles antes de que finalice el año. Con solo tres meses restantes para el cierre de 2024, el líder cubano dejó entrever la presión que enfrenta su gobierno para mostrar avances concretos, después de nueve meses sin lograr una solución efectiva a los problemas económicos y sociales que afectan a la nación.
El llamado a politizar las Mipymes no es nuevo. El régimen cubano ha mantenido una postura crítica hacia ciertos negocios privados, acusándolos de operar de manera «irresponsable». En julio pasado, durante una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Díaz-Canel se refirió a las Mipymes que no cumplen con los precios topados o que importan productos terminados, insinuando que podrían estar bajo un mayor escrutinio.
Aunque en ese momento aclaró que no se trataba de una «cacería de brujas», su discurso ha sido consistente en la necesidad de someter a los nuevos actores económicos a las directrices estatales. Los altos dirigentes del Partido Comunista no ocultan su intención de reclutar más militantes para revitalizar las organizaciones políticas que han perdido fuerza en los últimos años.
En julio, durante el cierre del tercer período ordinario de sesiones de la X Legislatura de la ANPP, Díaz-Canel dejó clara su postura sobre las Mipymes. El gobernante señaló que no se había sido lo suficientemente firme al exigir la creación de bases normativas robustas que regularan a las Mipymes, lo que, según él, ha contribuido al desorden económico actual. La falta de control sobre estas empresas, argumentó, ha disparado la inflación y acentuado la desigualdad en Cuba.
Díaz-Canel no ha dudado en responsabilizar a las Mipymes por el caos económico, y su reciente llamado a politizar a los trabajadores privados parece ser una estrategia para recuperar el control sobre un sector que, aunque sigue limitado por las regulaciones estatales, ha mostrado un crecimiento significativo y una relativa independencia.
El enfoque del gobierno cubano en las Mipymes y la insistencia en integrarlas al PCC y la UJC revela el temor del régimen de perder influencia en un sector que, aunque limitado, representa una posible amenaza al control centralizado de la economía. Mientras tanto, los trabajadores y dueños de negocios privados en Cuba podrían enfrentar nuevas presiones para alinearse políticamente con el Partido Comunista, en un intento por fortalecer su presencia en todos los ámbitos de la sociedad cubana.
Este paso hacia la politización de las Mipymes, en lugar de enfocarse en soluciones económicas prácticas para los problemas del país, parece ser otra táctica para afianzar el control del régimen sobre un sector que ha ganado relevancia en medio de la crisis económica que enfrenta la isla.