Piloto cubano que participó del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate en 1996 habría llegado a los Estados Unidos gracias al parole humanitario

Redacción

El coronel retirado del régimen cubano, Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, presuntamente implicado en el derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate en 1996, estaría residiendo en Estados Unidos bajo el parole humanitario establecido por la administración del presidente Joe Biden.

Una fuente cercana a González-Pardo, que pidió mantenerse en el anonimato, confirmó al youtuber cubano Darwin Santana que el exmilitar ha estado en Estados Unidos durante aproximadamente dos meses. La información fue difundida por medios de Florida, que recogieron la noticia de la transmisión en vivo del influencer a través de su canal “El mundo de Darwin”.

González-Pardo, quien alcanzó el rango de coronel y formó parte de la Defensa Anti Aérea y Fuerza Aérea Revolucionaria (DAAFAR), participó en el ataque a las avionetas de Hermanos al Rescate en febrero de 1996. En ese ataque murieron los pilotos de origen cubano Mario Manuel de la Peña (24 años), Armando Alejandre (45 años), Carlos Costa (29 años) y el residente cubano Pablo Morales (29 años).

La llegada presunta de González-Pardo a Estados Unidos en el marco del parole humanitario ocurre en un momento en el que el exilio cubano y congresistas cubanoamericanos han expresado su preocupación por el aumento de represores del régimen cubano en el país. Se informa que el coronel retirado reside en Jacksonville, Florida, donde también vive su hija. Según Martí Noticias, su esposa aún espera en Cuba la visa para reunirse con él.

Conocido como “El Bemba” en círculos militares, González-Pardo habría estado involucrado en el ataque a las avionetas de la organización de exiliados cubanos. Aunque no fue el responsable directo de los disparos que derribaron las dos aeronaves el 24 de febrero de 1996, se cree que despegó ese día y persiguió la tercera avioneta, pilotada por José Basulto, Arnaldo Iglesias, Silvia Iriondo y Andrés, quienes lograron escapar.

Luis Domínguez, de la Fundación de Derechos Humanos Cubano, indicó que González-Pardo fue uno de los pilotos del MiG-29A 911 que persiguió la aeronave de Basulto, junto con Raúl Simanca Cárdenas. Esta información fue corroborada por el exiliado cubano y piloto Orestes Lorenzo Pérez, quien reveló que González-Pardo ha estado en Estados Unidos desde hace varios meses. Sin embargo, Lorenzo Pérez expresó sus reservas sobre la implicación de González-Pardo en el ataque y manifestó su lealtad hacia él hasta que se demuestre lo contrario.

“Pardo lleva varios meses viviendo en Estados Unidos. Hemos hablado por teléfono unas pocas veces, y no he podido verlo aunque lo he intentado”, explicó Lorenzo Pérez. En una extensa publicación en Facebook, Lorenzo Pérez defendió a González-Pardo, afirmando que su amistad con él le concede el beneficio de la duda y rechazando las acusaciones que lo vinculan directamente con el crimen.

Lorenzo Pérez también relató una conversación con González-Pardo sobre el ataque, en la que el exmilitar expresó su desacuerdo con la idea de que los responsables debían ser juzgados, ya que “solo cumplían órdenes”. Este intercambio, según Lorenzo Pérez, marcó un cambio en su percepción sobre el exmilitar, reservándole el beneficio de la duda mientras no se pruebe su culpabilidad.

De acuerdo con Periódico Cubano, tres hermanas de González-Pardo ya viven en Estados Unidos, dos de las cuales trabajaron en el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba (MINFAR). Además, González-Pardo participó en misiones militares en África y América Latina y fue condecorado por Fidel Castro tras una misión en la que desobedeció órdenes y salvó un MiG-29, lo que le ocasionó heridas considerables.

Actualmente, se informa que González-Pardo ha comenzado a trabajar en una panadería en Jacksonville, Florida.