Exdirigente cubano que entró hace unas semanas a Estados Unidos mintió en su solicitud de visa al negar que fuese un alto cargo del Partido Comunista

Redacción

Manuel Menéndez Castellanos, exsecretario del Partido Comunista en Cienfuegos y antiguo miembro del “equipo de coordinación y apoyo” de Fidel Castro, ha estado en el centro de la controversia tras negar su afiliación política en una solicitud de visado para Estados Unidos. Sin embargo, en un documento posterior, Menéndez Castellanos admitió su membresía en el Partido Comunista de Cuba, minimizando la relevancia de este hecho.

Este caso ha llevado a varios congresistas cubanoamericanos a intervenir. Mario Díaz-Balart, Carlos A. Giménez, María Elvira Salazar, junto con Jim Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, y Tom McClintock, presidente del Subcomité de Integridad, Seguridad y Cumplimiento de Inmigración, han dirigido una carta al secretario de Estado, Anthony Blinken.

La misiva destaca la preocupación de la comunidad cubana en Estados Unidos sobre la entrada de un individuo asociado con el régimen castrista, que ahora disfruta de los beneficios de la residencia estadounidense. Mario J. Pentón, periodista de Martí Noticias, compartió el contenido de la carta en redes sociales.

Los legisladores citan la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), que establece que un extranjero es inadmisible como inmigrante si ha sido miembro de un partido totalitario. En la carta, se solicita una explicación sobre la entrada de Menéndez Castellanos. “Según los registros obtenidos por el Comité, Menéndez Castellanos negó cualquier afiliación en su solicitud de visa”, afirmaron los congresistas.

A pesar de esta negativa inicial, Menéndez Castellanos más tarde admitió su vinculación con el Partido Comunista, aunque minimizó su importancia. Los legisladores señalaron que, sorprendentemente, la verificación avanzada de antecedentes no detectó esta información, permitiendo su entrada al país.

El exsecretario del Partido Comunista llegó al Aeropuerto Internacional de Miami el 15 de agosto, intentando pasar desapercibido con una gorra, mascarilla y gafas, además de usar una silla de ruedas y un maletín negro. Sin embargo, fue confrontado por el periodista Mario J. Pentón, causando sorpresa e indignación en la comunidad cubana en el exilio.

En su carta, los congresistas expresan su descontento con el proceso de verificación llevado a cabo por la administración Biden-Harris. Critican que una simple búsqueda en Internet habría revelado los vínculos de Menéndez Castellanos con el régimen castrista.

El Comité de Asuntos Judiciales del Congreso ha exigido una revisión exhaustiva del caso, incluyendo el historial de inmigración del individuo, solicitudes de beneficios, archivos consulares y registros de entradas a EE.UU. También se ha solicitado una explicación de las fallas en la verificación que permitieron la entrada de Menéndez Castellanos.

En respuesta a las inquietudes, un vocero del Departamento de Estado declaró que “los registros de visa son confidenciales según la ley estadounidense. No discutimos casos individuales de visas. Todos los viajeros a Estados Unidos están sujetos a una investigación de seguridad adecuada”.

Tony Costa, director de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), ha indicado que se han identificado a más de mil represores cubanos, con 117 de ellos habiendo ingresado a EE.UU. en el último año, muchos de los cuales han mentido sobre su pasado. Según Costa, el número de represores que han eludido las regulaciones ha aumentado significativamente, reflejando una ola migratoria sin precedentes.