El sacerdote cubano Leandro Naun Hung, conocido por exponer la realidad de las comunidades rurales de Santiago de Cuba a través de sus redes sociales, ha compartido recientemente la historia de una madre que utiliza hojas de verdolaga como método de supervivencia.
En un video publicado en YouTube, Naun muestra a una madre preparando lo que él denomina una “receta de supervivencia”. La mujer explicó que su plato de verdolaga incluye hojas de bejuco de boniato y otra planta conocida como bledo. “Uso las hojas de boniato que estén sanas y no tengan huequitos”, precisó la madre.
La preparación comienza con el lavado y escurrido de las hojas. Luego, se sofríe un ajo en aceite, y las hojas se cocinan hasta que se ablanden. La mujer aclaró: “Cuando no tengo grasa, primero lo hiervo para que se ablande y luego le doy sabor”.
Naun, tras probar la receta, comentó: “Sabe a hierbas”. Entre risas, la madre añadió: “Por eso cuando uno le agrega sazón o el sobre Goya, le mata ese sabor”.
Además de documentar la preparación, Naun, quien suele repartir comida y ayuda en las comunidades montañosas de Santiago de Cuba, compartió arroz blanco y garbanzos con la madre y su hijo. La mujer admitió: “Yo solo he comido esto una vez en mi vida”. Explicó que en otras ocasiones ha consumido hojas de yerba mora, guaniquiqui, brotes de yuca y ají culebra.
La extrema pobreza que enfrentan algunos cubanos los lleva a buscar soluciones desesperadas para sobrevivir. En una situación similar, Solange Romero, una madre de La Guinera, Arroyo Naranjo, pidió ayuda desesperadamente para ella y sus cinco hijos, incluyendo gemelos en camino. Vive en una casa de madera que se inunda cada vez que llueve. En una transmisión en vivo en Facebook, comentó que debe subir a la cama con sus hijos durante las tormentas debido a las filtraciones en el techo.
Este tipo de situaciones no es aislado en Cuba. En enero, la historia de Yuliet, una madre de siete hijos en Camagüey, también conmovió a muchos. Yuliet, de 31 años, no tenía recursos para alimentar ni vestir a sus hijos, y vivía en una vivienda en estado deplorable donde toda la familia dormía en una sola cama.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) presentó en julio el VII Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba 2024, revelando resultados alarmantes. El informe destaca que “el 89% de las familias cubanas sufren pobreza extrema”, un aumento del 1% en comparación con el año anterior y un 13% más que en 2022. Además, subraya que “7 de cada 10 cubanos han dejado de desayunar, almorzar o comer, debido a la falta de dinero o la escasez de alimentos”.