Cubanos celebran hoy a la Virgen de la Caridad del Cobre, la mensajera de paz que llegó flotando sobre el mar

Redacción

Nuestra Señora de la Caridad del Cobre es la santa patrona de Cuba, y su santuario se encuentra a 27 kilómetros de la ciudad de Santiago. Este lugar tiene una significativa historia, ya que el pueblo de El Cobre, famoso por su tradición minera, siente una devoción especial hacia la Virgen desde el hallazgo de su estatua en el mar en 1612.

La imagen de la Virgen fue encontrada flotando en la bahía de Nipe, con una tablilla que decía claramente: “Yo soy la Virgen de la Caridad”. Inicialmente, la estatua fue llevada a Barajagua, pero pronto se trasladó a El Cobre, donde se construyó una ermita en 1648. Con el tiempo, esta capilla se amplió y en 1680 se convirtió en un templo.

La Virgen de la Caridad del Cobre ha sido un símbolo de unidad para los cubanos. Su fama milagrosa se extendió rápidamente por toda la isla, ganándose la devoción de blancos, mestizos, indígenas, mulatos y afrocubanos. El santuario, situado en una empinada colina de 240 escalones, siempre está adornado con flores.

Dentro del santuario se encuentra la Capilla de los Milagros, donde se exhiben los exvotos de quienes han recibido favores de la Virgen. En el altar mayor de la basílica, la efigie de la Virgen con el niño Jesús está coronada con oro.

Después de la Guerra de Independencia, el 8 de septiembre de 1898, los combatientes del Ejército Libertador celebraron oficialmente la fiesta de la Virgen. El Papa Benedicto XV proclamó a Nuestra Señora de la Caridad como patrona de la República de Cuba el 10 de mayo de 1916, en respuesta a una solicitud de los veteranos de la guerra.

En Cuba, el culto a la Virgen de la Caridad del Cobre es singular, ya que no hay otra virgen que reciba tanto reconocimiento y devoción. En 1927, la imagen de casi 84 centímetros de altura fue trasladada a un santuario más grande. En 1936, fue coronada solemnemente por una delegación del Papa Pío XI. A pesar de la distancia entre la Iglesia y el Gobierno comunista tras la Revolución Cubana de 1959, el santuario fue elevado a Basílica Menor en 1977 por el Papa Pablo VI.

El Papa Juan Pablo II visitó el santuario en 1998 durante su estancia en Cuba y coronó la imagen mariana como “Reina y Patrona de la isla”. En agosto de 2010, después de 51 años, la Virgen del Cobre salió en procesión por las calles, simbolizando religiosidad, patriotismo y reconciliación cubana.

Los devotos suelen vestirse de amarillo y llevar girasoles y flores de ese color como muestra de veneración. Cada 8 de septiembre, el santuario recibe a miles de visitantes que llevan velas y flores. Algunos rezan, otros suben arrodillados los escalones, y muchos llevan a sus familiares discapacitados en brazos. Al salir, los fieles suelen llevarse pequeñas piedras con partículas de cobre como símbolo de la protección y amor de la Virgen, Reina y Patrona de Cuba.