En un nuevo intento por calmar el descontento popular, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel prometió nuevamente este viernes que superará la prolongada crisis económica que afecta a la isla. Durante una sesión plenaria extraordinaria del Comité Provincial del Partido Comunista en Pinar del Río, Díaz-Canel aseguró que se están implementando estrategias para mejorar la situación del país y afirmó que, a pesar de los desafíos, «vamos a salir» de esta difícil etapa.
El periódico Guerrillero, en una publicación en Facebook, citó al mandatario diciendo que el presente es un «momento difícil para todos, pero eso no quiere decir que sea insuperable».
Díaz-Canel enfatizó la necesidad de abordar la burocracia y la lentitud en los procesos, declarando: “Es esencial una batalla contra la burocracia y lentitud de los procesos. Donde hay burocracia no hay accionar». También subrayó la importancia de perfeccionar los mecanismos de control popular y de fortalecer el trabajo en equipo, con la esperanza de que «hay condiciones para terminar el año en una mejor forma».
Sin embargo, estas promesas han sido recibidas con escepticismo por parte de muchos cubanos, quienes han escuchado declaraciones similares en el pasado sin ver cambios significativos en su vida diaria, que sigue marcada por la escasez, la inflación y la falta de acceso a servicios básicos.
A pesar de la creciente frustración, Díaz-Canel sigue insistiendo en que tiempos mejores están por venir. Esta estrategia de mantener la esperanza, a pesar de la situación actual, se resume en la idea de que «estamos mal, pero estaremos bien».
En abril, durante el segundo programa «Desde la Presidencia», Díaz-Canel reconoció que la opinión pública sobre la situación del país y la escasez de alimentos era «crítica y negativa». A pesar de esto, prometió que el futuro mejorará siempre y cuando el pueblo se esfuerce y aproveche lo que él llama la «resistencia creativa».
En enero, Díaz-Canel también había instado a la población a trabajar más para aumentar la producción de alimentos y reducir los precios, afirmando que «no hay pie para la rendición, no nos podemos rendir, y vamos a ganar y a vencer, y el 2024 tiene que ser mejor».
