En un giro inesperado para la comunidad comercial de La Habana, la tienda mayorista China Import, inaugurada hace apenas dos meses por inversionistas chinos, ha sido cerrada por el gobierno cubano debido a “violaciones de normas”. La noticia ha generado gran revuelo y especulación entre los comerciantes locales y en las redes sociales.
La tienda, ubicada en la intersección de Manglar con Oquendo y Nuevo Pilar en el municipio de Cerro, se había convertido rápidamente en un lugar de referencia para aquellos que buscaban precios competitivos y una amplia variedad de productos. Según reporta el portal oficialista Cubadebate, una reciente inspección realizada por el Ministerio de Comercio Interior y la Dirección Provincial de Comercio de La Habana reveló varias irregularidades. Entre las infracciones destacadas se encuentran la venta ilegal en dólares, evasión fiscal y la contratación de trabajadores extranjeros sin los permisos correspondientes.
En sus primeros días de operación, las redes sociales que promocionaron la tienda destacaban que China Import aceptaba pagos en dólares y en pesos cubanos, adaptándose a la tasa de cambio del mercado informal. Publicaciones en el perfil de Facebook Cubano De Pura Cepa indicaban que se requería una compra mínima de 50 dólares o su equivalente en pesos cubanos (CUP), con un tipo de cambio estable en 320 CUP por USD durante todo el período de funcionamiento. Esto significaba que el gasto mínimo de 50 USD equivalía a 16,000 CUP, una suma considerablemente alta en comparación con el salario mínimo en Cuba.
La tienda, que funcionaba en un antiguo almacén de la Empresa Suchel y colaboraba con inversionistas chinos, ofrecía productos de alta demanda como audífonos, luminarias LED, ropa y calzado. Este surtido permitió a muchos cubanos comprar y revender artículos para generar ingresos. Sin embargo, el gobierno comunista alega que la población comenzó a denunciar irregularidades en redes sociales, lo que llevó a un operativo de inspección.
Las irregularidades detectadas incluyeron la falta de pasarelas de pago electrónico y el uso de cuentas bancarias personales para manejar los fondos del negocio. Aunque la investigación se encuentra en una etapa preliminar, el informe oficial sugiere que las anomalías podrían implicar un esquema de evasión fiscal a gran escala.
Además, se identificaron deficiencias en el control por parte de las autoridades administrativas responsables, quienes no detectaron estas irregularidades durante la etapa de aprobación y ejecución del comercio. Se están tomando medidas para depurar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
El cierre de China Import destaca las dificultades que enfrenta el sector privado en Cuba en un entorno marcado por controles gubernamentales y regulaciones cada vez más estrictas. La respuesta del régimen subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de control para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
