La inesperada razón detrás del aumento del consumo eléctrico en Cuba: Mipymes y cuentapropistas en la mira

Redacción

El ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, responsabilizó este miércoles a las Mipymes, cuentapropistas y la creciente importación de aires acondicionados por el notable incremento en el consumo eléctrico en la Isla. Según sus palabras, el aumento de la demanda ha tenido una evolución “que nunca la habíamos visto antes”. Este repunte se ha convertido en uno de los principales desafíos para el sistema eléctrico cubano, ya que ha generado situaciones complejas, especialmente cuando los apagones superan las tres horas, momento en el que el consumo aumenta un 51% al reestablecerse el servicio.

En su explicación, De la O Levy mencionó que el gobierno cubano había planificado los mantenimientos de las plantas eléctricas con los escasos recursos financieros disponibles. Según él, la meta era tener interrupciones programadas de cuatro horas diarias entre enero y junio. Sin embargo, aclaró que estas interrupciones no debían llamarse “apagones”, sino “afectaciones”, y fueron necesarias debido a la falta de “reservas de generación” que permitieran mantener las plantas en funcionamiento sin cortes de luz.

Las complicaciones detrás de los apagones

A pesar de los esfuerzos por mantener las plantas operativas, el ministro admitió que el gobierno no pudo cumplir con el cronograma de interrupciones de cuatro horas previsto para el primer semestre del año. Esto, según De la O Levy, se debió a “afectaciones importantes con el tema del combustible”. A pesar de las dificultades, defendió los “análisis rigurosos” que realiza su equipo para programar los cortes de luz de manera que no desbalanceen el sistema eléctrico del país.

En su discurso, el ministro también apuntó a lo que considera un factor clave en la crisis energética: “el enemigo”. Según él, las sanciones y restricciones impuestas por Estados Unidos son las principales responsables del deterioro de las plantas eléctricas, que actualmente operan a un 400 MW por debajo de su capacidad máxima.

Los apagones más largos y el problema del combustible

Lo peor de la situación, de acuerdo con De la O Levy, se vivió en marzo, mayo y algunos días de junio, cuando en ciertas provincias cubanas se registraron apagones de hasta 12 horas. Esta situación, señaló, se ha mantenido hasta el momento debido a la dificultad para importar crudo y combustibles refinados, un problema agravado por la falta de recursos financieros. Además, destacó que las plantas eléctricas en funcionamiento no operan al 100% debido a los años de explotación y la carencia de piezas de repuesto.

Aunque el ministro aseguró que el 30 de junio se completaron los trabajos de mantenimiento previstos y que en julio se observó una disminución significativa en las “afectaciones”, reconoció que la generación de energía no ha logrado mantenerse a la par con el creciente consumo. Incluso con un incremento del 10,6% en la entrega de energía al sistema respecto al año anterior, el aumento de la demanda y las fallas en el suministro de combustible han impedido un funcionamiento óptimo.

Los retos del mantenimiento y las soluciones improvisadas

El mes de agosto, según Vicente de la O Levy, fue particularmente tenso debido a las constantes interrupciones del servicio eléctrico. Si bien los primeros días del mes fueron más llevaderos, hacia el final la situación empeoró. El ministro insistió en que los mantenimientos realizados no fueron los responsables del problema, sino que otras complicaciones, como una avería en la termoeléctrica Guiteras, agravaron la situación.

Una “bomba hidráulica de altísima presión” en dicha planta falló, y reemplazarla requería adquirirla en Europa, algo que se vio obstaculizado por las dificultades financieras del país. Además, el ministro destacó que instalar esta pieza requería la presencia de un experto y otros ajustes en la planta, como el cambio de aceite, que las autoridades no podían permitirse. Ante esta situación, ingenieros cubanos en Cienfuegos optaron por soluciones improvisadas, utilizando bombas caseras para mantener la planta operativa.