Este miércoles, Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas de Cuba, destacó que el aumento en el consumo eléctrico en la isla se debe a varios factores, incluidos las Mipymes, los trabajadores por cuenta propia y la creciente importación de aires acondicionados. De la O Levy comentó que el crecimiento en la demanda está alcanzando niveles sin precedentes, y que su equipo ha observado un incremento del 51% en el consumo eléctrico después de apagones que duran más de tres horas.
El ministro explicó que «se hizo una planificación de los mantenimientos con los recursos financieros» disponibles, con el objetivo de limitar las afectaciones a cuatro horas desde enero hasta el 30 de junio. Aunque evitó usar el término «apagones», aclaró que la falta de «reservas (plantas) de generaciones» dificultó el mantenimiento sin interrumpir el suministro eléctrico. Según De la O Levy, esto se debió a la inexistencia de reservas que permitirían realizar mantenimientos sin cortar la luz.
A pesar de que la previsión de mantenimiento se cumplió, el gobierno cubano no logró adherirse a la programación de interrupciones eléctricas establecida para el primer semestre del año debido a «afectaciones importantes con el tema del combustible». El ministro defendió la rigurosidad de los análisis realizados por su departamento para evitar desbalancear el sistema eléctrico y atribuyó el mal estado de las plantas a «el enemigo», refiriéndose a Estados Unidos.
El ministro admitió que los meses de marzo, mayo y parte de junio fueron especialmente críticos, con apagones que alcanzaron hasta 12 horas en algunas provincias. La situación sigue siendo complicada, y De la O Levy subrayó que la importación de crudo y combustibles refinados se ha visto afectada por la falta de recursos financieros. Además, las plantas en funcionamiento no operan a su máxima capacidad, produciendo 400 MW menos de lo que podrían, debido a la antigüedad de las instalaciones y la falta de piezas de repuesto.
El ministro afirmó que, a partir del 30 de junio, se detuvieron los mantenimientos y que en los primeros días de julio se observó una «disminución significativa de las afectaciones». Aseguró que la entrega de energía al sistema aumentó un 10,6% en comparación con el año anterior, aunque no fue suficiente para satisfacer el aumento de la demanda, y mencionó «algunas fallas en el tema del combustible», aunque menores que en mayo.
De la O Levy defendió la promesa de que el mantenimiento reduciría los cortes de suministro, aunque aclaró que nunca se prometió la eliminación total de los apagones. Reconoció que el mes de agosto fue «extremadamente tenso», especialmente en los últimos días, aunque descartó que la calidad de los mantenimientos fuera la causa principal. Señaló que problemas como la falla de una «bomba hidráulica de altísima presión» en la termoeléctrica Guiteras complicaron la situación. Esta bomba, que debía comprarse en Europa, no estaba disponible debido a las dificultades financieras. En su lugar, se utilizaron bombas caseras fabricadas por ingenieros de Cienfuegos, lo que también contribuyó a los problemas.