La indignación y la desesperación llevaron a Anisleydis Suria, una madre cubana residente en Cárdenas, Matanzas, a manifestarse públicamente en contra del Servicio Militar obligatorio en Cuba. Su hijo, Sergio Díaz Suria, fue recientemente encarcelado por negarse a servir en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Esta madre valiente denunció a través de sus redes sociales que tuvo que viajar hasta Santa Clara para visitar a su hijo, solo para ser informada de que podría verlo únicamente durante 30 minutos.
Anisleydis compartió su experiencia a través de su cuenta de Facebook, mostrando el profundo dolor que siente por la situación de su hijo y su clara postura contra el servicio militar en su país. En su publicación, criticó las condiciones injustas bajo las cuales los jóvenes cubanos son obligados a servir, especialmente en un contexto donde el gobierno utiliza la violencia para silenciar a quienes se oponen a su autoridad. “No al Servicio Militar obligatorio”, declaró Anisleydis, mostrando una vez más su valentía y su compromiso de luchar por la liberación de su hijo, encarcelado por ser objetor de conciencia.
El dolor de Anisleydis no es un caso aislado. Son muchas las familias cubanas que se han pronunciado en contra de los reclutamientos forzosos de las FAR. Anisleydis describió en su publicación el difícil viaje que realizó: “Después de cuatro días sin saber de ti, salimos sobre las cuatro de la mañana camino a Santa Clara para poder verte y saber cómo estabas. Después de tan duro viaje, me dicen que tu visita era tan solo de media hora. ¡Qué abuso!”, escribió, destacando la falta de compasión y la arbitrariedad de las autoridades penitenciarias.
La oposición al Servicio Militar obligatorio ha crecido en los últimos años, con denuncias sobre las injusticias y desigualdades en el proceso de reclutamiento. Son conocidos los casos de hijos de altos dirigentes que logran evitar el servicio, mientras que jóvenes sin conexiones ni poder se ven forzados a cumplir con su deber militar en condiciones precarias. Los incidentes trágicos, incluidos suicidios, son cada vez más frecuentes entre los reclutas, aunque el gobierno cubano se esfuerza por ocultar estos hechos.
En mayo de 2022, las declaraciones de una diplomática cubana en la ONU causaron revuelo. La representante afirmó ante el Comité de los Derechos del Niño que el servicio militar en Cuba era “voluntario”, desatando una ola de críticas en redes sociales. En realidad, la Ley de Defensa Nacional establece claramente que todos los varones deben registrarse para el servicio militar a los 16 años y cumplir con las actividades preparatorias, lo que contradice las afirmaciones oficiales.
Los tribunales militares en Cuba han reforzado las sanciones contra los reclutas que intentan autolesionarse para evitar el servicio. Esta práctica, aunque extrema, ha sido una forma de protesta entre los jóvenes durante décadas. A pesar de las críticas y de las campañas en redes sociales que buscan eliminar la obligatoriedad del servicio, el gobierno cubano sigue adelante con los reclutamientos, incluso durante la pandemia de coronavirus, una medida que fue duramente criticada por la población.
La valiente postura de Anisleydis Suria y su llamado a decir “No al Servicio Militar obligatorio” reflejan el descontento y la angustia de muchas familias cubanas que ven a sus hijos sufrir bajo un sistema que consideran injusto y opresivo.