La activista cubana Yamilka Lafita, conocida en redes sociales como Lara Crofs, compartió recientemente su experiencia en El Bleco, uno de los bares más exclusivos de La Habana.
Lara fue invitada por una amiga que reside en el extranjero, quien pagó una suma considerable por una cena para siete personas. El menú incluyó pizzas, carpaccio, papas fritas, así como bebidas nacionales e importadas y cigarros.
Sin embargo, Lara no quedó impresionada: «No hay una oferta exclusiva o algo fuera de lo común. Es lo mismo que en el resto de los bares pero con el precio cuadruplicado», lamentó en una publicación de Facebook.
El total de la cuenta ascendió a 118,870 pesos, pero el costo final fue aún mayor. Lara explicó que el bar «sugiere» una propina adicional del 10%, 15% o 20% sobre la cuenta. «Aunque los productos tienen precios cuadruplicados comparados con el mercado negro en la calle, el servicio no está incluido», agregó.
A pesar de que Lara reconoció que el ambiente, la comida y el servicio de El Bleco son de alta calidad “para los estándares de la isla”, comparados con los de Suramérica o Europa, considera que son similares a los estándares promedio de esos países.
«Sin duda alguna, los dueños de este establecimiento han encontrado la forma de mantenerse a flote en un país con tantas dificultades. El problema es que sea un lugar de moda, con precios irracionales, cuatro veces más altos que en otros bares», señaló.
Luego de pagar la propina sugerida por el camarero, el total de la consumición subió a 142,644 pesos, equivalentes a aproximadamente 445,76 USD. Lara comentó: «Posiblemente, este sea el dinero con el que puede sobrevivir al año más de una familia en este planeta Cuba.»
En un país donde el salario mínimo es de 2,100 pesos (unos 87 dólares al cambio de 24×1), solo una pequeña parte de la población puede permitirse pagar 3,500 pesos por una pizza o 1,000 pesos por una cerveza Cristal.
Las reacciones en redes no se hicieron esperar. Una residente de Palmira, Cienfuegos, comentó: «Literalmente un asalto con corbata y guantes blancos.» Un joven desde España agregó: «Ese gusto yo no se lo doy a ningún dueño de bar en Cuba. Cuesta lo mismo que la terraza del Hotel RIU en la Gran Vía de Madrid.»
Una doctora expresó su frustración diciendo: «Es triste, muy triste la realidad del cubano. Creo que me caería mal la comida y la bebida si tuviera que pagar ese precio.»
Otro comentario crítico indicó: «Eso lo han cogido de moda, lo del 15 por ciento. De ahí sacan para el salario de los empleados, una falta de respeto, porque eso lo tienen que pagar los dueños. Los consumidores están pagando hasta el servicio.»
Finalmente, otro usuario resaltó: «Por eso es que el turismo internacional, al ver estos precios y estas ofertas de bares normales, decide elegir otros destinos.»
