¡Cerrado hasta nuevo aviso! A los chinos les “salaron” el negocio y les cayó una ‘auditoria sorpresa’ en su gran almacén mayorista recién abierto en La Habana

Redacción

La saga de la tienda China Import continúa este sábado en La Habana, donde decenas de residentes se agolpan frente al establecimiento tras su cierre repentino “hasta nuevo aviso”. El local, conocido popularmente como el “Costco chino” por su amplia oferta y precios competitivos, se encuentra en la intersección de las calles Manglar y Oquendo, en el municipio de Cerro.

Según información proporcionada por un miembro del personal del edificio arrendado por la tienda, actualmente se está llevando a cabo una auditoría. La noticia del cierre se produjo justo un día después de que varios medios independientes publicaran reportajes sobre el prometedor comercio.

El cierre ha desatado una ola de especulación entre los vecinos. Algunos sostienen que el Estado habría tomado medidas contra la tienda tras la cobertura mediática. La versión predominante entre los presentes es que el propietario, de origen asiático, habría registrado a su esposa cubana como la dueña oficial. “El Chino”, como es conocido el propietario, habría solicitado retirar el teléfono del cartel de entrada debido al estrés y la presión que estaba sufriendo. Según el empleado, la tienda está en pausa hasta que finalice la auditoría: “No es una simple tienda pequeña; cuando vienen los inspectores a algo de esta magnitud, el proceso es más exhaustivo”.

Los clientes en el lugar muestran descontento, con algunos exigiendo la reapertura inmediata y otros criticando el funcionamiento del sector privado y las mipymes. Algunos se han quejado amargamente, argumentando que la tienda no debería cerrar debido a la cobertura mediática. “Cerrar una tienda por lo que dice una revista… ¡La revista va a seguir diciendo lo que le dé la gana!”, exclamaba un cliente.

El cartel con el nombre de China Import ha sido retirado del frente del almacén, que antes era parte de la antigua fábrica de jabones Sabatés. En su lugar, se pueden ver las letras desgastadas del antiguo nombre estatal, “Suchel Debon”. Algunos especulan que el cierre podría estar relacionado con la política de precios. “Quizás le dijeron al chino que no podía vender a esos precios y que tenía que ajustarse a los que ellos dictaran”, sugirió un cliente.

China Import, que ofrecía precios entre tres y cinco veces más bajos que en el mercado informal, albergaba una vasta gama de productos: ropa, calzado, artículos electrónicos y más. La tienda aceptaba moneda nacional al tipo de cambio informal, que actualmente ronda los 320 pesos por dólar, pero solo billetes de 200 pesos o más. Los clientes debían gastar un mínimo de 50 dólares, equivalentes a 16,000 pesos, y comprar en grandes cantidades para acceder a los productos.

Este cierre recuerda al de Diplomarket, conocido como el “Costco cubano”, que cerró a finales de junio. Su propietario, el cubanoamericano Frank Cuspinera Medina, fue detenido junto a su esposa, y su paradero sigue siendo desconocido. La situación de China Import y su abrupto cierre añade otra capa de incertidumbre a la ya complicada dinámica del comercio privado en Cuba.