Denuncian preocupante ola de asaltos a visitantes al Cementerio de Colón en La Habana: “Los delincuentes saltan los muros y se esconden dentro del cementerio para vigilar a los turistas y asaltarlos”

Redacción

Una trabajadora del Cementerio de Colón ha alertado sobre un preocupante aumento de asaltos a visitantes, especialmente turistas, en este importante camposanto. En declaraciones a Cubanet, la empleada, que prefirió no revelar su identidad, explicó: “Los delincuentes saltan los muros y se esconden dentro del cementerio para vigilar a los turistas y asaltarlos. Los amenazan con cuchillos y otras armas blancas para robarles las prendas y objetos de valor”.

La trabajadora agregó que se les recomienda a los visitantes extranjeros tener cuidado y evitar las áreas más apartadas del cementerio. Aunque hay una patrulla policial en las inmediaciones, ella observó que “los delincuentes parecen ninjas cuando saltan los muros para robar a los turistas o a cualquier persona con objetos de valor”.

Un custodio que trabaja en la entrada del cementerio señaló la falta de cámaras de vigilancia en varias zonas del lugar. “La instalación de cámaras ha quedado a medias, pero son necesarias en todo el cementerio. Aunque ya se han producido profanaciones de tumbas con fines religiosos o para robar cadáveres, ahora se han incrementado los delitos contra las personas. No podemos hacer mucho porque el cementerio es casi una ciudad”, explicó el custodio.

Fundado en 1871 y declarado Monumento Nacional en 1987, el Cementerio de Colón es una joya arquitectónica e histórica de Cuba. Con una extensión de 57 hectáreas, alberga más de 800,000 tumbas, panteones y monumentos, muchos de ellos de gran valor artístico.

Diseñada por el arquitecto español Calixto de Loira, la necrópolis es conocida por su imponente entrada neoclásica y su rica colección de esculturas que reflejan una mezcla de estilos artísticos, desde el neoclásico hasta el modernista. Sin embargo, en los últimos años, el cementerio ha enfrentado problemas similares a los que afectan a toda la vida en Cuba: deterioro de sepulcros, profanaciones de tumbas y exhumaciones infames.

En febrero de este año, un cubano documentó la existencia de una zanja repleta de huesos humanos a la intemperie en el Cementerio de Colón, lo que resalta la gravedad de la situación actual.