La historia de Yariseidi Hernández Llorente es un ejemplo más de cómo algunos individuos, después de años de ser cómplices activos de la maquinaria propagandística del régimen cubano, buscan un cambio de vida borrando todo rastro de su pasado vergonzoso. Esta joven, que se definía como “periodista de corazón” y no dudaba en mostrar su devoción por Fidel Castro, ahora vive en Houston, Texas, tratando de reinventarse como “emprendedora”. Pero, ¿puede alguien realmente dejar atrás un historial de complicidad tan fácilmente?
De Sagua de Tánamo a Houston: Un Cambio Cuestionable
Yariseidi Hernández Llorente no es una desconocida para quienes han seguido de cerca la propaganda del régimen castrista. Originaria de Sagua de Tánamo, en la provincia de Holguín, Hernández fue durante años una ferviente militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y del Partido Comunista de Cuba (PCC). Su voz resonaba en “Radio Ecos de Sagua”, donde cumplía diligentemente su papel de portavoz del régimen, defendiendo una tiranía que ha oprimido a su pueblo durante décadas.
Sin embargo, esa misma voz que un día cacareó alabanzas al régimen ahora se ha apagado. En su lugar, Yariseidi ha optado por borrar todo rastro de su pasado en las redes sociales, intentando presentarse como una más de las miles de cubanas que buscan una nueva vida en Estados Unidos. Hoy, sus fotos no muestran la realidad de Sagua de Tánamo, sino los paisajes de Houston, donde posa sonriente en lugares emblemáticos como el Downtown Aquarium.
El Pasado que No se Puede Borrar
Aunque Yariseidi ha tratado de eliminar cualquier vínculo con su pasado revolucionario, la realidad es que su complicidad con el régimen castrista es imposible de borrar. Aún quedan en el ciberespacio huellas de sus reportajes, testimonios de su participación activa en la maquinaria de desinformación que sostiene al régimen. Sus “tuits combativos”, que en su momento defendieron con pasión a Fidel Castro y al sistema opresor, siguen siendo testigos de su verdadero alineamiento.
No es extraño que casos como el de Yariseidi generen indignación en la comunidad cubana en el exilio. El influencer Alex Otaola ha sido claro al señalar que es precisamente por personas como ella que el parole humanitario para cubanos ha sido suspendido. Estos individuos, que engañan a las autoridades migratorias para entrar a Estados Unidos, representan una amenaza para aquellos que realmente huyen de la represión y buscan libertad.
¿Un Futuro en Tierra de Libertad?
Es incierto cómo Yariseidi Hernández Llorente logró llegar a Estados Unidos. Puede que lo haya hecho a través de una travesía peligrosa, beneficiada por el parole humanitario o mediante un proceso de reunificación familiar. Pero lo que es innegable es que su pasado como defensora del régimen castrista no es algo que se pueda simplemente olvidar.
Aunque Yariseidi no haya sido una represora en el sentido estricto de la palabra, su militancia partidista, su silencio cómplice y su activa participación en la propaganda del régimen la convierten en una figura controvertida. Ahora, mientras intenta construir una nueva vida en Houston, la pregunta sigue siendo: ¿puede alguien realmente dejar atrás un historial de complicidad con una dictadura?
