El reciente arribo a Miami del exdirigente castrista Manuel Menéndez Castellanos, gracias a la reunificación familiar, ha suscitado un creciente malestar en la comunidad cubana del sur de Florida. Esto se debe a que miles de ciudadanos de la isla se encuentran en un limbo migratorio, enfrentando un riesgo inmerecido de deportación.
El abogado Willy Allen expresó en declaraciones a América Tevé que una investigación federal, solicitada por los legisladores cubanoamericanos del sur de la Florida, sería la mejor forma de esclarecer cómo Menéndez Castellanos logró ingresar al país. “Yo quisiera, número uno, que los congresistas averigüen —porque tiene que ser a nivel federal— qué pasó aquí. ¿Qué ocurrió en esa entrevista?” cuestionó Allen.
El abogado agregó que, incluso si Menéndez Castellanos fue relevado de su cargo hace 20 años, esto no exime el daño que causó antes de su destitución. “No quita los 40 años que estuvo haciendo mal en Cienfuegos, ni el daño que le hizo al país ni el daño que personas como él le han hecho a Cuba”, comentó.
Allen también pide que se investigue al solicitante de la reunificación, que podría haber sido un hijo, para determinar qué información proporcionó sobre el empleo de su padre.
Santiago Alpízar, abogado de inmigración y vicepresidente de Cubademanda y Cubapresión ID —entidades que denuncian violaciones de derechos humanos en Cuba—, respalda la solicitud de una investigación federal. Su oficina ha enviado una carta al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, cuestionando cómo Menéndez Castellanos pudo ingresar a EE.UU. mientras muchos cubanos permanecen en un limbo migratorio con temor a ser deportados por entrar con el polémico documento migratorio I-220A.
El proyecto Represores Cubanos de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ha incluido a Menéndez Castellanos en su lista negra de represores de cuello blanco. En 1993, presidió la Comisión de Candidaturas Nacional del parlamento castrista, siendo señalado como responsable de la Denegación de Inscripción de Candidatura y de crímenes de lesa humanidad por persecución política.
El congresista Mario Díaz-Balart también cuestiona la situación: “¿Qué excusa puede dar el presidente Biden y la vicepresidenta Harris mientras mantienen a familias cubanas divididas y en un limbo legal, mientras otorgan visas a verdugos y matones del régimen de Castro?”
Paralelamente, el Instituto Patmos, con sede en Washington, ha calificado de alarmante el aumento de la entrada a EE.UU. de “responsables del sistema comunista en Cuba”, lo que contrasta con muchos casos de víctimas en la isla que no tienen acceso a un programa de refugiados, ya que este se encuentra detenido desde hace años.
Tras ser sustituido como máximo dirigente comunista en Cienfuegos en 2003 y pasar a ser el jefe del equipo de apoyo del dictador Fidel Castro, cargo del que no se conoce su fecha de finalización, en 2012 Menéndez Castellanos apareció en una Mesa Redonda hablando sobre energías renovables en Cuba, con el cargo de director de Energía Renovable del Ministerio de la Industria Básica.
