En un nuevo y desconcertante incidente en Centro Habana, un hombre fue arrestado por la policía tras haber engañado a una anciana para llevar a cabo un robo. El ladrón, aprovechándose de la buena fe de la mujer, utilizó su azotea para acceder a la casa de otra vecina y robar un televisor. Este hecho ocurrió en la calle Gervasio, entre Virtudes y Concordia, en el barrio Dragones de Centro Habana.
El incidente fue dado a conocer a través del perfil de Facebook «El Cubano Fiel», una página asociada al Ministerio del Interior, que se encargó de resaltar la labor de la cuestionada policía cubana. Según la publicación, el robo tuvo lugar en la vivienda de una vecina identificada como Magaly, quien agradeció a sus vecinos por su rápida intervención en la recuperación del televisor y en la detención del delincuente.
El ladrón logró llevar a cabo el robo mediante un engaño astuto y aprovechándose de la vulnerabilidad de una anciana que vive cerca de la víctima. Según la publicación, el hombre convenció a la anciana de que era el esposo de Magaly y le pidió acceso a su azotea, alegando que había olvidado la llave de su casa. Confiando en la historia del hombre, la anciana le permitió el acceso, sin imaginar lo que realmente planeaba hacer.
Una vez en la azotea, el hombre descendió a la vivienda de Magaly y sustrajo el televisor, regresando por la misma ruta bajo la excusa de no haber encontrado la llave. De manera increíble, logró salir de la casa con el televisor oculto en un saco y bajo el brazo, sin levantar sospechas inmediatas.
Magaly, al darse cuenta del robo, no perdió tiempo y se dirigió a la estación de policía de Zanja para denunciar el incidente. Según la publicación de «El Cubano Fiel», la policía actuó con rapidez y el ladrón fue detenido en un tiempo récord, devolviendo el televisor a su dueña en «menos de lo que canta un gallo».
Sin embargo, la publicación, aunque destaca la rápida acción de la policía, no logró generar gran interacción en redes sociales. Algunos usuarios criticaron la narrativa poco clara y con errores ortográficos, lo que revela la falta de profesionalismo en la comunicación de este tipo de incidentes. Además, la publicación también deja entrever la sostenida campaña en redes sociales para mejorar la imagen de la policía cubana, a menudo criticada por su ineficiencia, especialmente cuando se trata de proteger a la población.
Este incidente trae a la memoria otro caso reciente en Santiago de Cuba, donde una mujer fue brutalmente atacada con un machete por su expareja. A pesar de los llamados de auxilio de los vecinos, la policía tardó en llegar al lugar, lo que generó una gran indignación en la comunidad. Estos casos reflejan la creciente preocupación entre los ciudadanos por la capacidad de la policía para actuar de manera efectiva cuando realmente se necesita su intervención.
En resumen, el robo en Centro Habana es un ejemplo más de la inseguridad que aqueja a la capital cubana. Aunque la rápida detención del delincuente podría interpretarse como una victoria para la policía, la comunidad sigue cuestionando la efectividad de las fuerzas del orden, especialmente en un contexto donde la inseguridad y la violencia parecen estar en aumento.
La historia de Magaly y su televisor robado no solo es un recordatorio de la astucia de los delincuentes, sino también de la vulnerabilidad de los ciudadanos en un sistema que lucha por mantener el orden y la seguridad en sus calles.