Recientemente, el gobierno cubano ha anunciado con entusiasmo la incorporación de nuevos vehículos a las distintas unidades de la Empresa Eléctrica del país, generando una serie de reacciones en la población. Sin embargo, lejos de recibir aplausos, este anuncio ha sido recibido con escepticismo y frustración por parte de muchos cubanos que continúan lidiando con los interminables apagones que afectan su vida diaria.
Provincias como Villa Clara, La Habana, Guantánamo y Santiago de Cuba han sido las primeras en beneficiarse con la llegada de estos nuevos vehículos. Según el gobierno, esta medida tiene como objetivo “optimizar los servicios en las comunidades”, un enunciado que suena bien en teoría, pero que ha dejado a muchos cubanos preguntándose si realmente se traducirá en una mejora tangible en su vida cotidiana.
“Camioneta y sin corriente. Dios mío, todo es una mentira, nos tienen engañados, un verano feliz y mentira”, escribió una usuaria en la página de Facebook de la Empresa Eléctrica de Villa Clara, reflejando la desilusión generalizada. La población no ha tardado en expresar su escepticismo, considerando que la llegada de nuevos vehículos no aborda la raíz del problema: la falta de estabilidad en el suministro eléctrico.
Otro usuario comentó con ironía: “Mucho carro, cero combustible y cero corriente”, subrayando la contradicción que perciben entre las promesas gubernamentales y la realidad que enfrentan. Esta es una crítica que resuena en muchos rincones de la isla, donde la crisis energética ha pasado de ser un inconveniente temporal a convertirse en una constante que afecta todos los aspectos de la vida cotidiana.
Uno de los comentarios más contundentes provino de una internauta que resumió la frustración de muchos: “Lo que hace falta son nuevas termoeléctricas y petróleo, luego pasen a comprar carros. También decir que reparen los tendidos eléctricos que están ya en mal estado. Uyyyyy como hay cosas por hacer para que funcione todo bien y no hayan averías, impresionante noticia sin dar solución a los problemas que el cubano enfrenta”. Esta declaración pone de relieve la sensación de que el gobierno está atacando los síntomas del problema sin abordar sus causas fundamentales.
El descontento no se limita a una sola región. En La Habana, otro usuario se quejaba de la constante interrupción del servicio eléctrico en su zona: “Cuando van a resolver el problema que tienen con el quita y pon de la corriente en la zona 12 de Alamar, no hay equipos que aguanten eso”. Este tipo de comentario es recurrente en las redes sociales, donde los ciudadanos expresan su hartazgo ante la falta de soluciones concretas.
Además, las críticas también se extienden a la falta de mantenimiento en otras áreas relacionadas con la energía, como el alumbrado público. “Mucha inspección de la técnica y la inspección y reparación de las luminarias del alumbrado público en las ‘zonas no priorizadas’ para cuándo”, preguntó un usuario, destacando la inseguridad y los problemas adicionales que trae consigo la falta de un servicio eléctrico confiable.
La grave situación energética en Cuba no es un problema nuevo, pero ha sido exacerbada por la falta de combustible y las frecuentes averías en las infraestructuras existentes. A pesar de las promesas del gobierno de mejorar la situación durante los meses vacacionales, los cubanos continúan enfrentando apagones regulares y se les pide que practiquen la “resistencia creativa” para sobrellevar la crisis. La llegada de nuevos vehículos a la Empresa Eléctrica puede parecer un paso positivo, pero para muchos, es simplemente otra promesa vacía que no aborda el verdadero problema que enfrenta el país.