La prensa oficial cubana ha reportado un preocupante aumento en los robos en la provincia de Cienfuegos, aprovechando los apagones para cometer delitos en viviendas habitadas. La noticia, publicada por el diario oficialista 5 de Septiembre, revela cómo los ladrones están capitalizando la falta de electricidad para perpetrar robos mientras los residentes duermen.
El artículo recoge testimonios de varias víctimas que, durante los apagones nocturnos, fueron despojadas de sus pertenencias mientras descansaban. Una mujer relató: “Sentí un ruido y, medio dormida, abrí los ojos. Me molestaba la luz fría de la calle y vi a un hombre parado ahí. Creí que era el sobrino de mi esposo, que se pone en la computadora. Seguí durmiendo. Se llevó una laptop, un disco duro y tres celulares. Serían la una y pico o las dos de la mañana”, describiendo el robo que descubrió al día siguiente.
Hasta ahora, al menos otras nueve familias han sufrido incidentes similares. Afortunadamente, muchas de las víctimas recuperaron sus pertenencias en una reciente entrega pública realizada por el Ministerio del Interior (MININT) en el Parque Villuendas, el área con mayor concentración de robos.
La primer teniente Darlin Borges Soriano, instructora de la Unidad Regional de Investigaciones Criminales, confirmó que se han investigado nueve denuncias de robos en viviendas mientras los moradores dormían. “Actualmente, tres imputados se encuentran en prisión provisional a la espera de juicio”, indicó Borges Soriano.
Estos delincuentes aprovechaban los apagones nocturnos para escalar hasta el segundo nivel de las viviendas, especialmente cuando las ventanas estaban abiertas debido al calor intenso. Borges Soriano detalló que se han recuperado varios artículos robados, incluyendo un televisor de pantalla plana marca Panasonic, una planta eléctrica, un equipo de música, un disco duro, una laptop y varios teléfonos celulares.
Los apagones en Cuba, que pueden durar hasta 12 horas diarias, han exacerbado la crisis energética en la isla. Durante los meses de verano, el calor sofocante obliga a muchas familias a mantener abiertas puertas y ventanas, exponiéndolos aún más a la delincuencia en un contexto de creciente inseguridad.