Clara Cabrera, la reconocida influencer cubana mejor conocida como “Clarita La Magnífica”, ha sacudido las redes sociales con un anuncio sorprendente: se ha declarado en bancarrota con el objetivo de evitar pagar la abultada suma de 1.8 millones de dólares que le debe a su colega Alexander Otaola, tras perder una demanda judicial. Esta noticia ha causado revuelo entre sus seguidores y ha desatado un acalorado debate en la comunidad digital.
La declaración de bancarrota fue dada a conocer por la propia Cabrera en su canal de YouTube, Zona Cero Pódcast, donde explicó que su decisión fue respaldada por el apoyo financiero de sus seguidores. Esta revelación ha sido interpretada por muchos como una maniobra calculada para evadir el pago de la deuda, lo que ha generado tanto admiración como críticas en su comunidad.
Durante la transmisión, Cabrera aprovechó para lanzar una crítica directa a Alexander Otaola, acusándolo de utilizar la disputa legal entre ambos como una estrategia para aumentar su audiencia en los últimos cuatro años. «Claramente, Otaola ha hecho de esto un espectáculo mediático para su propio beneficio», señaló Cabrera, visiblemente molesta por la situación.
El programa también contó con la participación de José Pacheco, un cubano residente en Massachusetts que compartió su experiencia personal con la bancarrota. Aunque no es abogado, Pacheco relató cómo decidió utilizar un servicio en línea para gestionar su propio proceso de bancarrota. Según explicó, este servicio lo guió a través de un detallado cuestionario y le facilitó la presentación de la solicitud ante la Corte sin la necesidad de un abogado.
Pacheco advirtió, sin embargo, que a pesar de haber logrado su objetivo sin asistencia legal, recomienda a quienes consideren declararse en bancarrota que contraten a un abogado, debido a la complejidad y el desgaste emocional que conlleva este proceso. «Es un proceso complicado que puede agotarte mentalmente, así que contar con un profesional es fundamental», aconsejó.
Durante la entrevista, Pacheco subrayó que la declaración de bancarrota no solo elimina las deudas, sino que también protege al deudor de cualquier tipo de acoso por parte de los acreedores. «Bajo la ley estatal, es ilegal acosar a un deudor en bancarrota o cuya deuda ha sido perdonada, ya sea a través de llamadas telefónicas, publicaciones en redes sociales o cualquier otro medio de contacto», afirmó con convicción.
Al concluir el programa, Clarita La Magnífica reafirmó su postura de no pagar la deuda de 1.8 millones de dólares a Otaola. «Gracias a Dios, con el apoyo de mis seguidores, ya estoy declarada en bancarrota. Estoy en la mitad del proceso, lo que significa que no tendré que pagarle los 1.8 millones de dólares a Alexander Otaola, ni ahora ni nunca», sentenció con firmeza.
Hasta el momento, Alexander Otaola no ha emitido ninguna declaración pública sobre este controvertido anuncio, pero se espera que en las próximas horas haya reacciones por parte del influencer, quien seguramente no dejará pasar este acontecimiento sin dar su opinión.