El doloroso adiós: La desgarradora historia de un padre cubano al ver partir a su hija

Redacción

El abogado Miguel Viera, conocido por sus profundas reflexiones sobre la situación en Cuba y con miles de seguidores en Facebook, acaba de vivir una de las experiencias más dolorosas de su vida: despedir a su hija mayor que ha partido hacia el extranjero. Este acontecimiento, que lo ha dejado “roto”, ha dado lugar a una reflexión que resuena en los corazones de muchos cubanos que enfrentan situaciones similares.

Las despedidas entre padres e hijos se han convertido en un suceso común en un país que se desmorona bajo el peso de sus propias dificultades. Viera, en un desgarrador análisis, expone una realidad que afecta a miles de familias cubanas. La decisión de su hija de abandonar Cuba no fue una sorpresa repentina, sino una realidad que se gestó hace un año.

Cuando su hija, entonces estudiante de 12º grado, le expresó con firmeza su deseo de no continuar su vida en Cuba, Miguel Viera quedó impactado. “Ninguna, papá. Mi futuro no será en Cuba. ¡Yo no voy a vivir en este país!”, le dijo su hija al preguntarle qué carrera estudiaría. Aunque en ese momento Viera no tomó en serio esas palabras, un año después se vio enfrentado a la dura realidad de una despedida.

Este doloroso momento es un reflejo de la desesperanza que sienten muchos jóvenes cubanos, quienes deciden buscar un futuro lejos de la isla. Viera describe con gran claridad el dolor de ver partir a su hija hacia un país en la Unión Europea, un lugar donde se habla un idioma extraño y donde las condiciones climáticas son difíciles, pero donde su hija no tendrá que gritar consignas ni perder su vida en interminables colas o apagones.

Esta es la cruda realidad que viven muchas familias cubanas: los jóvenes se van, prácticamente siendo niños, porque en Cuba no ven un futuro. Y Viera, como muchos padres, siente que no tiene el derecho de cortarles las alas, especialmente porque aquellos que han pasado toda su vida en la isla, soportando mentiras y promesas vacías, se arrepienten de no haber tomado esa decisión antes.

“Duele mucho la separación de las familias cubanas, y es lo único que puede ofrecernos el maldito comunismo más allá de su gastada muela, sus promesas y sus prohibiciones, restricciones y privaciones que nos arrancan pedazos del alma”, reflexiona Viera. Este dolor es algo que comparten miles de cubanos que han visto partir a sus seres queridos, dejando atrás un país en ruinas y un futuro incierto.

Viera expresa con amargura el impacto del comunismo en la vida de los cubanos. Para él, el comunismo no solo empobrece, sino que también causa un dolor profundo, siendo eficiente únicamente en repartir sufrimiento, hambre y miseria. “Odio al comunismo porque empobrece, porque duele, porque solo es eficiente haciendo sufrir, repartiendo dolor, hambre y miserias”, afirma con contundencia. Este odio no es solo suyo; es compartido por muchos que han visto cómo sus familias se desintegran bajo el peso de un sistema que les ha robado todo, incluso a sus seres más queridos.

El dolor de ver partir a un hijo es indescriptible, y es un sentimiento que se multiplica cuando se sabe que la partida es forzada por una situación insostenible en el propio país. Viera reconoce que, aunque muchos cubanos no lo expresen abiertamente, en el fondo sienten lo mismo que él: una mezcla de tristeza, frustración y odio hacia un sistema que les ha arrebatado tanto. Este es el grito silencioso de miles de cubanos que ven cómo sus familias se desmoronan ante sus ojos, mientras el país sigue atrapado en un ciclo de promesas vacías y represión.

Roto.Sus maestros me hablaron más de una vez para decirme que era una fuera de serie, una superdotada. Siempre con las…

Posted by Manuel Viera Porelcambio on Tuesday, August 6, 2024