¿Quiénes son los atletas cubanos que brillaron en París 2024 representando a otros países?

Redacción

Los Juegos Olímpicos de París 2024 serán recordados por muchos logros deportivos, pero uno de los aspectos más notables fue la destacada actuación de atletas cubanos que, debido a la situación en su país natal, decidieron competir bajo otras banderas.

El éxodo masivo que ha experimentado el pueblo cubano en los últimos años no ha dejado exentos a los deportistas de alto rendimiento. Cansados de las difíciles condiciones económicas, las injusticias del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) y la falta de libertades en Cuba, muchos de estos talentosos atletas optaron por emigrar y encontraron la oportunidad de representar a otras naciones en el escenario deportivo más importante del mundo.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, un total de 21 deportistas cubanos compitieron bajo banderas extranjeras. Esta “delegación de exiliados” obtuvo un impresionante total de siete medallas olímpicas: una de oro, tres de plata y tres de bronce. Sorprendentemente, esta cosecha de medallas es comparable a las siete obtenidas por la delegación oficial del Inder, que contó con 61 atletas en la capital francesa. Este hecho subraya el talento innato y la capacidad de estos deportistas, quienes, a pesar de las adversidades, lograron destacar en la competición más prestigiosa del planeta.

Entre los logros más destacados se encuentra la actuación de los cubanos en la competencia de triple salto masculino, donde tres atletas nacidos en la isla coparon el podio. Jordan Díaz, representando a España, se llevó el oro; Pedro Pablo Pichardo, quien compitió por Portugal y fue el campeón olímpico en Tokio 2020, obtuvo la medalla de plata; y Andy Díaz, defendiendo los colores de Italia, se quedó con la medalla de bronce. Este trío de cubanos dejó sin opciones al representante oficial del Inder, Lázaro Martínez, quien terminó en una lejana octava posición.

El boxeo también fue escenario de éxitos para los atletas cubanos exiliados. En la categoría de 92 kilogramos, Enmanuel Reyes, compitiendo por España, y Loren Berto Alfonso Domínguez, representando a Azerbaiyán, subieron al podio. Esta fue una categoría donde el doble campeón olímpico Julio César La Cruz, representante de Cuba, no logró cumplir con las expectativas y quedó sin medalla, lo que fue un duro golpe para las autoridades deportivas de la isla.

No solo los atletas brillaron en París bajo banderas extranjeras, sino también los entrenadores cubanos jugaron un papel fundamental en el éxito de otros países. Un total de 44 entrenadores cubanos participaron en la preparación de deportistas que no pertenecen al Inder. Un caso notable es el de Iván Pedroso, campeón olímpico en Sídney 2000, quien fue el entrenador de Jordan Díaz, el medallista de oro en triple salto por España. Otro ejemplo es el de Raúl Fernández, quien dirigió al equipo femenino de boxeo de China, logrando que las chicas del gigante asiático consiguieran dos oros y dos platas. En el mismo deporte, el entrenador Pedro Luis Díaz estuvo en la esquina de la pugilista argelina Imane Khelif, una figura polémica debido a controversias relacionadas con su identidad de género.

Este fenómeno de atletas y entrenadores cubanos que emigran y encuentran éxito representando a otros países en los Juegos Olímpicos, refleja la compleja realidad que vive el deporte cubano hoy en día. A pesar de las dificultades, estos deportistas y entrenadores siguen demostrando que el talento cubano puede brillar en cualquier rincón del mundo, aunque no sea bajo la bandera de su país natal.