Suman ocho las termoeléctricas fuera de servicio en Cuba al iniciar el sábado 10 de agosto, después que la unidad 1 de la Termoeléctrica de Felton, en Holguín, saliera de servicio debido a «un problema automático», informó la estatal Unión Eléctrica (UNE).
La Felton 1, que fue sometida a un largo mantenimiento antes del verano, es una de las principales generadoras de energía de la Isla, pues aporta más de 200MW, al igual que la otra gran productora cubana, la Antonio Guiteras, de Matanzas.
Los días de esa intervención técnica, ocurrida en mayo pasado, serán recordados por los cubanos como una tortura: a las altas temperaturas de esas semanas se sumó la salida de servicio simultáneamente de hasta nueve plantas generadoras, para dar lugar a cortes de energía de más de 20 horas en varios territorios.
Según la nota oficial de la UNE, durante el viernes último hubo apagones por déficit de generación desde las 8:31AM, con una afectación máxima de 610MW a las 8:50PM.
Pero esa situación empeoró a partir de las 11:21PM, cuando se produjo la salida de Felton 1, «lo que provocó que se mantuviera la afectación durante toda la madrugada», indica la nota.
Para el sábado la UNE pronostica una media de afectación de 650MW, alrededor del 20% del consumo de la Isla.
Aparte de Felton 1 y 2, ambas fuera de servicio por avería, presentan roturas la unidad 8 de la Termoeléctrica de Mariel, la 2 de Santa Cruz del Norte, la 4 de la planta de Cienfuegos, la 5 de Nuevitas y las unidades 5 y 6 de Renté, en Santiago de Cuba.
Con esa lista de termoeléctricas sin prestar servicio, sumarían 231MW de déficit en la generación térmica, a los que hay que agregar 361MW de 68 centrales de generación que no operan por falta de combustible. O sea 592MW dejados de producir.
Pese a que la UNE pronostica la entrada en operaciones el sábado de al menos dos unidades térmicas averiadas, lo que permitiría al sistema electroenergético disponer de 2.230MW, ante una demanda máxima de 3.000MW, el déficit ascendería a 840MW en el horario del pico eléctrico. Esa cifra es una de los más altas reportadas desde julio último.
Este panorama vuelve a echar por tierra las promesas de las autoridades a inicios de año, cuando aseguraron que los apagones disminuirían durante el verano gracias a su estrategia de mantenimientos a las termoeléctricas, en su mayoría con años de sobreuso y deterioro acumulado.
A mediados de junio pasado, Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, advirtió que «las plantas cubanas están fuera del ciclo de vida útil, con más de 35 años de explotación. Por eso siempre hemos dicho que no hay solución de parches a corto plazo. La total recapitalización del sistema es la única solución, y Cuba no tiene lo que necesita para eso: tiempo (de tres a cinco años) y dinero (de cinco a ocho billones de dólares)».
