Usuarios en redes sociales han expresado su descontento este viernes ante el evidente abandono del emblemático centro comercial Galerías Paseo, ubicado en el Vedado, donde la experiencia de los clientes se ha vuelto «dolorosa, desagradable y humillante».
El internauta Cesario Navas compartió en Facebook su perspectiva sobre el lugar, que solía ser un bullicioso punto de encuentro y que ahora enfrenta múltiples problemas que lo han convertido en una sombra de su antiguo esplendor. Las imágenes publicadas muestran el lugar en un estado deplorable, con pasillos destrozados y escaleras en mal estado.
Navas recordó que anteriormente, Galerías Paseo era un espacio agradable para los habaneros, con tiendas especializadas, aire acondicionado y el famoso Jazz Café, desde donde se podía disfrutar de una hermosa vista al Malecón y al Hotel Riviera mientras se saboreaban deliciosas bebidas.
Sin embargo, califica la situación actual como «una vergüenza contra el dinero». Según su publicación, el ambiente ha cambiado drásticamente, con productos apilados en los pasillos y una escasez de cajeras registradoras, lo que provoca largas esperas para realizar pagos.
La rampa interior, que antes era un espacio libre y seguro, está ahora saturada de productos y pallets, lo que representa un riesgo para la seguridad de los transeúntes debido al mal estado del suelo y las escaleras.
El Jazz Café, que solía ser un lugar muy concurrido, se encuentra cerrado, y la zona de la cafetería al aire libre, que antes era un espacio agradable para descansar, también está obstruida por productos no vendidos.
Los críticos sostienen que el deterioro de Galerías Paseo refleja la falta de interés y compromiso por parte de las autoridades locales y nacionales en la conservación de los espacios emblemáticos de La Habana. Además, argumentan que el régimen no parece tener planes de invertir en la reparación y mantenimiento del centro comercial, a pesar de que sus ganancias deberían haberse reinvertido en la conservación y funcionalidad del local.
Las quejas no solo se centran en el deterioro físico del lugar, sino también en el trato deficiente hacia los clientes, ya que la administración y algunos empleados son irrespetuosos con los visitantes.
«Hoy en día, es doloroso, desagradable y humillante entrar a ese gran desastre de la llamada ‘continuidad'», afirmó el internauta.